~ CAPÍTULO 1 ~

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~En un lugar desconocido - 1:25 a.m.~

Corría sin parar con la respiración agitada, fijándose de ves en cuando si aun seguía atrás de ella. Con los brazos y piernas llena de moretones y cicatrices y la ropa destrozada aun manchada con su propia sangre, pareciera que viviera una película de terror...pero no desgraciadamente para ella era real, Stella de Solaria vivía una historia de terror, de la que no podía salir fácilmente. De la nada sentía como alguien la agarraba de la cintura bruscamente, haciéndola sobresaltar de miedo. La tiró contra el suelo, el encima de ella violando cada parte de su cuerpo sin piedad alguno haciéndose sordo de los gritos de dolor de la chica.

— ¡NO POR FAVOR PARA TE LO SUPLICÓ!

Siguiendo con lo que estaba haciendo, tocándola y golpeando la duro por lo muchos esfuerzos de la chica por liberarse, pero el era el doble de fuerte que ella y sin poderes tenia menor desventaja. Ella lloraba mas fuerte, por el dolor y la desesperación suplicando que alguien la escuchara y viniera a ayudarla, pero era inútil estaba muy lejos de la gente y las tres escuelas mas cercanas. El hombre que ella había reconocido rápidamente la persiguió a un lugar lejos dejándola sin escapatoria. Una vez ya satisfecho la chica quedo desmayada y viendo que no reaccionaba la dio por muerta, la cargo y la llevó a una cueva, para que nadie la encontrará, la dejo tirada y antes de irse dijo.

— si esto no la mató, va a morir de frío

Dicho esto se largo dejando a la chica media desnuda y ha su suerte.

Unas horas más tarde.

~ 5:15 a.m. ~

Stella abrió los ojos lentamente, trato de levantarse pero cuando vio su cuerpo, su ropa rasgada y ensangrentada, como un baldazo de agua fría recordó todo lo que había pasado y no pudo evitar dar un grito desgarrador que se escucho por toda la cueva. Ya no tenia nada de sentido seguir, pero sacó fuerzas para ir a buscar a la única persona que la mantenía aun en este mundo. Él.

En peso a correr desesperada no importándole que en el camino se raspase por ramas o arbustos espinosos o que el viento frío le golpeara en el rostro. No le importaba nada de eso solo llegar a él. Y sentirse segura en sus brazos.

~ 5:30 a.m. ~

Sus ojos se iluminaron cuando vio la escuela flotante muy familiar. La escuela. Fuente Roja especializada en capacidades físicas y utilización de armas. Fue una de las escuelas mas prestigiadas paralelamente a la escuela para hadas Alfea y la escuela para brujas Torre de nubes.

Hubiera querido tele-trasportarse a sus brazos, pero no podía. Si hubiera utilizado sus poderes en el momento justo....

El sol comenzaba a salir, pero aun ocultaba sombras. Camino rápidamente y comenzando a nublar sus ojos color miel por las lagrimas.

Algunos estudiantes o especialistas, que se levantaban a esa hora por ordenes de Codatorta, miraban a la princesa de Solaria preocupados sin embargo no preguntaron nada y le abrieron el paso para llegar a los dormitorios del internado.

Repitiendo una y otra vez el número de la habitación como si se lo fuera a olvidar.

Respiró llena de alivió viendo el número de habitación que buscaba, sus lágrimas caían como cascada por sus mejillas, toco despacio y escucho alguien acercarse.

Esperando que fuera él, abrió un chico rubio de ojos color celestes y con diversión pero luego los poso en la chica y pasaron a preocupación.

— ¿Estás bien?

Pregunto preocupado, al no obtener respuesta mirando como la chica seguía llorando con la cabeza agachada la hizo pasar.

Cuatro chicos que se encontraban sentados conversando animada mente voltearon a ver a la rubia y se acercaron a ella preocupados, hasta Riven se lo noto preocupado.

Todos la llenaron de preguntas "¿Estás bien?" "¿Que paso?" "¿Que te hicieron?" "¿Te hicieron daño?" y eso aturdía a la chica.

La desesperación y la desesperanza lo envuelven lentamente mientras buscaba en las habitaciones cualquier signo de él. Ella se rompió en el suelo llorando.

Justo entonces, la puerta del baño se abrió. Stella jadeo en alivio cuando lo vio emergiendo en una sudadera negra y pantalones de pista negros. Su corazón se limito de dolor al ver sus ojos llenos de dolor y confusión. Parecía maltratada, sangrienta y magullada. Antes que pudiera dar un solo paso, vio que luchaba para llegar a él.

Con las fuerzas que le quedaban, Stella lloro mientras empujaba a todos de su camino y voló directamente a sus brazos.

Los ojos del especialista se posaron en la rubia, que lloraba interminable-mente en su pecho. Apenas lo registró suavemente su cuerpo húmedo y roto. Llevaba a la frágil mujer a su cama antes de suavemente la rodea.

Ella gimió de forma granteada, pensando que él la dejará en cualquier momento.

Cubrió con la colcha a ambos y la abrazó para tranquilizarla, por lo que fuera que le haiga sucedido, para tenerla así de asustada. Stella se hundió en sus fuertes brazos buscando protección de la que necesitaba hace un momento. Brandon vio que estaba apunto de llorar de nuevo, no soportaba ver a la chica que mas amaba en ese estado. Parecía tan vulnerable y renombrada que comenzó a entrar en pánico en su interior. En lugar de disparar le preguntas sobre ellas, la dejo llorar su corazón. Él la besó rápidamente en las lagrimas fluidas. Dejó que sus labios se acercarán a su oreja y le susurraba que la amaba, dejando escuchar su voz.

Stella comenzó a calmarse al escuchar su voz. Ella se acomodo en sus brazos para apretarlo mas fuerte.

— ¿Estás bien sol? — pregunto en su oído

Él acarició su rostro estrechamente. Su voz suave la calmó mientras lentamente cesaba sus crisis que nunca terminaban. Él ahuecó su rostro antes de levantarse ligeramente para mirar a sus ojos.

— ¿Qué pasó, princesa? — él pregunto tan suavemente. Su corazón se rompió al ver que su cara comenzaba a derrumbarse nuevamente, pero tenía que saber que es lo que le estaba pasando. No podía soportar el hecho de verla tan vulnerable y frágil.

— shhhh, está bien — le aseguró mientras besaba su mejilla. Él coloco la cabeza en su pecho de nuevo, donde se acurruco instantáneamente.

— p..por...favor...n..o.me..de..j..es — suplicó ella mientras se acurrucaba más en su pecho como si el se fuera a ir.

— claro que no ¿por que haría eso? — le preguntó un poco sorprendido por su repentina pregunta — ¿Que pasó?

Ella instantáneamente agarró su camisa. Algunas lágrimas salieron de sus ojos. Ella abrió la boca para pronunciar las palabras, su cuerpo se volvió rígido y frío. Ni siquiera podía pronunciar lo, pero tenía que hacerlo, merecía saber lo que le pasó.

— yo..f..f..fui....v.vi..olada

Era muy difícil para ella poder recordarlo, ni siquiera podía decirlo claro. Con solo pronunciar esa palabra podía derrumbarse nuevamente. Su cuerpo se tensaba y se llenaba de miedo con recordar esas escenas. Ella deseaba con toda su alma poder olvidar esas escenas, pero por más que quisiera sabía que iba a quedarse en sus recuerdo como una fea pesadilla.                    

Siempre estaré aquí [Winx Clud] (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora