Querida Anabella,
Hoy has cogido una cuchilla,
Y al ver eso,
Lloré como nunca lo hice.
Te cortaste todo el antebrazo izquierdo,
Y el antebrazo derecho igual.
No quiero saber si lo has hecho en tus piernas.
Maldita la hora en que te paraste y contemple tus piernas completamente rojas de sangre.

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El insomnio de Anabella [1]
PoetryCartas de un simple chico a su vecina esquizofrénica