Querida Anabella,
Estas flaca,
Tus huesos se notan exageradamente,
Ya no bebes más café,
Solo fumas,
Dibujas,
Pintas,
Gritas,
Y golpeas la pared.
Observo que vas al baño te arrodillas enfrente al inodoro y haces arcadas,
Eres un completo monstruo,
Ya no eres más la Anabella dulce y tierna,
Eres un monstruo.

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El insomnio de Anabella [1]
PoesiaCartas de un simple chico a su vecina esquizofrénica