Querida Anabella,
He decidido entrar a tu casa como si fuese la mía y ver qué pasa.
Entre y subí las escaleras hasta tu habitación,
Tu casa es muy bonita,
Tus dibujos y pinturas la decoran haciendo que se vuelva perturbadora.
Al verlas pude descifrar que estos dibujos y pinturas cuentan tu historia,
Lo que sientes,
Anabella,
No eres un monstruo,
Sigues siendo la misma,
Escuchas voces que dicen que no eres suficiente para nadie,
Y dicen que todo esto es un sueño,
Haciendo que no duermas.
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El insomnio de Anabella [1]
PoesíaCartas de un simple chico a su vecina esquizofrénica