Capítulo Tres

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Como fue pactado, Alicia dejo la isla esa mañana prometiendo volver lo más pronto posible. El grupo fue citado en una de las salas de entrenamiento del centro de seguridad de la isla. Levi que fue el primero en llegar, estuvo esperando a los demás mientras leía noticias, el siguiente en llegar fue Blaz que tenía tendencia a madrugar y había terminado su entrenamiento matutino, este consistía en correr unos kilómetros en alguna parte de la isla que se lo permitiera, Avery también venia de su rutina mañanera, pero a diferencia del rubio ella caminaba o trotaba, todo con el propósito de mantener su cuerpo activo luego de horas de estar sentada frente a ordenadores. Los mellizos llegaron a la hora exacta en que la reunión estaba programada, ambos tenían cara de sueño y su cuerpo estaba lento, demostrando que se habían levantado hace poco.

—Bien, ya que estamos todos... Puedo informarles que a partir de hoy vamos a encontrarnos todos los días a esta hora —El pelirrojo recorrió con la mirada a los presentes—, vamos a entrenar diversas áreas, especialmente las más débiles de cada uno, hasta el medio día —comentó divertido por las caras de sufrimiento de los hermanos—, después del almuerzo, nos reuniremos para planear estrategia y unir nuestros conocimientos, así podremos terminar las preparaciones que nos mantendrá a salvo del otro lado.

—Así que a partir de ahora vamos a vernos todos los días a toda hora —soltó Sarah con tono cansino—, pero está bien, si de esa forma podremos compartir ideas e inventos, estoy de acuerdo.

—Exacto, es importante que además de estar preparados podamos desarrollarnos como un equipo.

—Obviamente eso va a ser complicado, pero no imposible —dijo burlón el rubio, que había terminado de estirarse—–, también es evidente que algunos tienen más falencias que otros en el ámbito físico.

Avery contuvo una risa mientras Levi rio abiertamente. Para nadie era un secreto que los mellizos no eran fanáticos del deporte, preferían pasar horas en laboratorios y experimentando.

—¿Qué entrenamiento vamos a realizar hoy? —preguntó la castaña antes de que estos empezaran una nueva pelea.

—Primero vamos a realizar diversas pruebas, anotaremos las marcas de cada uno, de esta forma será fácil plantear un programa individual.

—Esto será interesante de ver —comentó Blaz—, espero que ser cerebritos no les haya atrofiado otras áreas igual de importantes.

Así transcurrió toda la mañana, bajo pruebas de velocidad, resistencia, fuerza y agilidad. Como era de esperarse Levi y Blaz obtuvieron las marcas más altas de forma alternada, el primero a pesar de haber vivido toda su vida en la isla se había encargado de desarrollar sus habilidades físicas a la par que las intelectuales, así obtuvo los mejores puntajes de velocidad y agilidad; por otra parte Blaz que había sido criado en diversas bases militares del exterior debido al trabajo de sus padres, no había holgazaneado ni un solo día de su vida, así como su contextura física que era grande e intimidante lo ayudaron más en la otras pruebas.

Los mellizos obtuvieron puntajes superiores a la media, pero no lo suficiente para considerarse fuertes, tenían que entrenar mucho para estar listos, ellos eran creyentes de que solo tenían que hacer las cosas que mantuvieran a sus cuerpos saludables sin esforzarse al máximo. Quien sí sorprendió a todos fue Avery, demostrando tener asombrosas destrezas para la velocidad, resistencia, agilidad y flexibilidad, en este último era la mejor de todo el grupo, nadie se esperaba que alguien quien mantenía la mayor parte del tiempo pegada a la tecnología tuviera tales talentos.

—Parece que no eres tan débil como habíamos pensado —comentó el rubio, no podía creer que esa chica tan huraña tuviera tales habilidades—, tienes que contarnos tus secretos.

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