Capítulo Diez

45 11 62
                                    

Rumi Saito era una persona que tenía que saber la verdad acerca de las cosas, pero le gustaba mantener demasiados secretos para sí misma, tal vez estos le daban la sensación de manejar algo, como no podía hacerlo con su vida. Por eso cuando notó el extraño comportamiento de cierta parte del grupo, decidió hacer lo que mejor sabia: Espiar.

Primero decidió preguntarle a Levi, aunque sabía que este no iba a ser directo, era inútil seguirlo porque se percataría de inmediato. Cuando lo vio caminando hacia el centro de investigación se acercó.

—Levi —Saludó— ¿Qué novedades tienes para mí?

El pelirrojo la observó extrañado, supo a lo que se refería al instante.

—Después de la segunda reunión estratégica, seguimos con los entrenamientos, especialmente el de Blaz, es importante saber usar sus inventos —respondió evasivo.

La mujer sonrió irónicamente.

—¿Así que no hay nada extraño en las reuniones que tienes con la chica informática?

—No creí que te interesara este tipo de información —La miró divertido—, ya sabes... romántica.

—¿Ponerse románticos con los otros externos viendo?, no sabía que te iba el voyerismo.

Levi rio abiertamente —Los gustos de tu líder no son algo que deba interesarte, a no ser que quieras unirte a ellos

A pesar de su fachada despreocupada este también la estaba observando, analizando sus reacciones, por eso pronunció sus últimas palabras con doble sentido.

—Sabes que me va más otro tipo de actividades, pero todas escogidas por mí.

Al tener la información que necesitaba de él y saber que no podría sacarle más, dio media vuelta, pero este la detuvo por el brazo.

—Ten cuidado con lo que preguntas —susurró serio de repente—, podrías encontrarte con cosas que no te gusten.

—No hay mucho que me sorprenda ya.

***

Esa misma tarde Sarah y Mark se encontraban conversando en las salas científicas del sótano.

—Ha pasado un mes desde la segunda prueba, pero los entrenamientos con Blaz son muy agotadores —comentó el pelinegro.

—Tuvo una buena idea, por eso no me quejo —opinó su hermana—. Es poco el tiempo que nos queda antes del viaje definitivo.

—Un mes exacto, no puedo con la emoción.

—El día se ve tan cerca, pero la espera se hace eterna.

Ambos compartieron una mirada cargada de complicidad.

—¿Podrás aguantar a Rumi? —Cambió de tema.

La melliza suspiró

—Probablemente no, pero es lo que hay.

—Es talentosa, no me extraña que haya sido seleccionada.

—Ni a mí.

Afuera de la sala se encontraba la susodicha escuchando todo, había estado mucho tiempo ahí, este le ayudó a confirmar que los mellizos no sabían nada.

Por lo menos nada extraño, tampoco algo que ella desconociera, como los propósitos que tenían para el viaje.

***

Cuando intentó acercarse a Avery no pudo sacarle nada, fue incluso más hermética que el líder del grupo, quedó sorprendida de lo cuidadosa y reservada que era la chica. para saber algo sobre ella tenía que acercarse lentamente, lo más probable es que supiera algo en el viaje.

Isla ApiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora