LIMERENCIA IV

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Yuuri sintió como si lo hubieran apuñalado mil veces cuando Wolfram dijo esas palabras. Ni siquiera atinó a moverse, su cuerpo estaba tan entumecido como su corazón. Se odió por haber dejado que eso pase, había alejado a la única persona que quería tener a su lado. "Lo lamento, Wolfram, a pesar de que te dije que haría cualquier cosa que me pidieras, tengo que decepcionarte una vez más". Cogió su almohada y se dirigió a la habitación del rubio. Si algo le había enseñado el soldado, era a ser obstinado y testarudo, así que pondría en práctica todo lo que había aprendido en esos tres años para recuperarlo. Solo pensar que alguien más podría tenerlo le generaba malestar.

Uno de los guardias que estaba apostado en la puerta era Gerard, este lo miró aprensivamente, sin embargo inclinó la cabeza, reconociendo cuál era su posición con respecto al Maou. Yuuri hizo un leve asentamiento e ingresó sin dar ninguna explicación previa. La habitación estaba a oscuras, pero podía distinguir la figura de su exprometido sentado en la cama. Este se giró al darse cuenta de que alguien había ingresado sin anunciarse. Iba a reclamar, pero el aroma inconfundible del rey inundó el cuarto y se contuvo. Su corazón empezó a latir con fuerza y su poca voluntad empezó a flaquear.

- Ya que no has regresado a nuestra habitación, he venido a dormir contigo - se acercó a la cama y dejó su almohada en el lado en el que solía dormir.

- ¿Por qué?

- Porque no he podido tener un sueño decente desde que te fuiste. Me haces mucha falta, Wolfram. No es lo mismo sin ti, te extraño mucho, ¿acaso tú no me extrañas?

- Claro que lo hago, pero dolía demasiado estar a tu lado y que me alejaras cada vez más.

- Lo sé y nunca voy a dejar de pedirte perdón por eso - rodeó su cintura con sus brazos y, después de mucho tiempo, sintió que podía respirar tranquilo. Su olor empezaba a relajar sus sentidos, descubriendo por qué lo necesitaba tanto. Ocultó su rostro en el cuello del rubio y disfrutó de la suavidad de sus cabellos sobre su mejilla - por favor, no me dejes, Wolfram, no creo que pueda hacer mucho sin ti.

- ¿Qué cambió, Yuuri? ¿Por qué de repente te comportas de esta manera? - a esas alturas todas las barreras del príncipe habían sido derribadas, tenerlo así de cerca era su más grande debilidad. Correspondió el abrazo, aferrándose a su cuello y reposando su mentón encima de su hombro.

- Nada cambió, solo me di cuenta de lo que realmente siento y tuve miedo de que fuera demasiado tarde. No quiero que mis prejuicios me hagan perderte, porque... porque esta semana lejos de ti ha sido un verdadero infierno. ¿Sabes que eres lo único en lo que pienso? - rió tristemente, haciendo cosquillas contra su piel, y logró que Wolfram se estremeciera - ¿Sabes cuántas veces te he buscado en nuestra cama? Lo único que quería era verte otra vez y tocarte para convencerme de que eras real, porque no puedo creer que seas tan perfecto para mí. Mi amor, si fueras mujer no te amaría de la forma en la que lo hago ahora, te amo porque eres tú - empezó a repartir pequeños besos en su cuello, sin poder contenerse por más tiempo - me estás volviendo loco, Wolfram, y no creo que haya vuelta atrás.

El rubio cerró los ojos, disfrutando de los labios del rey sobre su cuerpo. Ladeó la cabeza para darle más acceso a su cuello y Yuuri aprovechó para morder suavemente, necesitaba marcarlo para que todos suspiran que le pertenecía. Apretó más su cintura, sintiendo la estrechez de su abdomen contra él. Sus respiraciones se hicieron más agitadas y Wolfram comenzó a gemir bajito, cada vez que los dedos de su exprometido lo acariciaban por encima de su uniforme.

- Yuuri... - dijo con un suspiro ahogado, cuando este metió las manos debajo de su camisa para que sus dedos recorrieran toda su espalda. Echó su cabeza hacia atrás, dejándose llevar por esa ola de sensaciones tan placenteras.

STAY AWAY [YUURAM] ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora