Había pasado unos días desde que terminé golpeado por un sicario que casi me asesina a golpes. Me encontraba mejor y estaba en casa con Say, mientras él me ayudaba con los moretones
— Ha pasado un mes y aun no te sanas... — Franklin suspiró y se acercó.
— A veces sucede. La piel de Jack es muy suave y susceptible a los golpes.
Permanecía en silencio. Fui humillado por lo que me hicieron. Esos golpes aun dolían y tenía pesadillas sobre lo que sucedió. Solo me centraba en buscar más información sobre lo que sucedía. Al menos sé que sí tienen algo que ver con la OCA, pero aun no sabía que querían hacer con las personas que la OAA les entregaba.
Me levante y empecé a buscar sobre los documentos que me habían brindado. Hallé algo... No era precisamente lo que buscaba, pero podía ver quién estaba detrás de ellos. Encontré una tarjeta que decía "Servicios de Clonación". ¿Por qué habría una tarjeta de estas en un documento de la OCA? Acaso... ¿Tiene algo que ver con esta clonación?
Guardé la tarjeta en mi chaqueta y le expliqué a Frank y a Say sobre lo de la clonación. Decidimos ir hacia esa zona, tal vez encontraríamos al que los pedía y podríamos ir a buscarlo.
Salimos de ahí y fuimos a buscar esos servicios. Al entrar solo vimos a una persona. Era un señor mayor con una marca en su ojo, cayendo hasta su mejilla en forma de luna. Estaba sentado en una silla leyendo un periódico.
— Buenas. Soy Jack, un detective de la zona. Encontré una tarjeta que me dio la dirección hacia aquí. — El hombre se levantó, dirigiendo una mirada extraña sobre mí.
— Soy un vendedor de clones. ¿Qué estás investigando precisamente? — Frank se acercó con Say. Veían la zona, mientras yo seguía hablando.
— La OCA está secuestrando gente, y entre los documentos de algunos sujetos que se volvieron anomalías recientemente, encontré esta tarjeta. — Puse la tarjeta sobre la mesa con suavidad — Necesito saber quién de la OCA está pidiendo clones, y para qué los necesitan.
— Puedo darte esa información. Pero primero necesitas saber porqué y cómo lo hago. Mi poder es generar células, tanto sexuales como normales. Tengo algunos tubos de clonación, así que a partir de ello empiezo a clonarme y brindar mis servicios con clones desechables. La OCA me brindó más tubos y mejor equipo, mientras le diera mis servicios. No rechacé dicha oportunidad y ahora les proporciono mis clones a la OCA. Aunque el que viene a pagarme es un sujeto llamado Johnson. No sé mucho de él, pero aquí hay una foto suya. — Me dio una foto del sujeto. Era calvo, teníae lentes y una cicatriz en su labio.
— Gracias. Esta información nos dará una ventaja en la investigación. — El hombre sonrió levemente y extendió su mano. Quería dinero... así que le di lo que portaba en mi billetera.
Cuando salimos del negocio, una puerta se abrió y salió el demonio que había salvado al sicario de antes. Éste atrapó a Franklin y lo empujó dentro, para al instante empezar a pelear. Say y yo no pudimos ni reaccionar, pues la puerta se cerró tan rápido como se abrió.
— Al fin te tengo. — El demonio sonrió, entrando a la habitación con Frank en el suelo apenas levantándose. La zona era como una carnicería o un matadero. Había cuerpos colgados y cabezas tiradas. El lugar tenía un fuerte olor a putrefacción.
— ¿Qué es lo que quieres Catabolicos? Te estás metiendo en una importante investigación. Además de que escapaste del infierno.
— Estás sorprendido, lo sé. Dejaste muchas pistas sobre cómo llegar aquí, como si quisieras que alguien más viniera. ¿Me equivoco? — Fijé mis ojos en Catabolicos y bufé con fiereza.
— Eres un imbécil... Dejé esas cosas ahí porque necesitaba volver después, pero tuve un altercado y decidí no volver en un buen tiempo. Aunque eres listo para descifrar dichos códigos. No por nada eres uno de los 10 demonios primigenios. — Solté una risa y empecé a quitarme la piel, mostrando mi verdadera forma. Mi forma demoníaca era alta, con cuernos de color rojo, unos ojos que brillaban, de color carmín, con unas ropas holgadas, unos brazos peludos, de color negro caoba, piernas de cabra y una cola de vaca-
Catabolicos sonrió y ni siquiera tomó su verdadera forma. Éste se acercó de golpe hacia mí, dándome un fuerte puñetazo en el estómago. Resistí dicho impacto y clavé mis puntiagudas uñas en su piel, rasgando la carne. Él separó su brazo de mí, lastimando su piel y músculos. Lamió la herida con su larga lengua y sonrió. Éste empezó a lanzarme puñetazos con rapidez. No podía esquivarlos todos, así que llegaron a impactarme algunos. Retrocedí por los golpes, no podía defenderme bien.
Mi cuerpo estaba herido, pero aún seguía de pie. Mostré mis uñas y mis dientes, abalanzándome sobre Catabolicos, arañando su piel y su rostro, dándole severas mordidas en el cuerpo, así generándole gran daño. Logró apartarme y desgarró mi rostro de un zarpazo. Cuando al fin pudo someterme se acercó a mí de manera lenta.
— Eres uno de los demonios más jóvenes, y aún así lograste generarme grandes heridas. Tenías potencial Hallow... Lástima que tendré que despojarte de ese cuerpo demoníaco.
Comenzó a desollar mi cuerpo, dejándome en carne viva. Él empezó a comerse mi piel y eso causó que se regenerara una piel humana en mi cuerpo. Ya no era un demonio, me había quitado mi poder... Todo por lo que había luchado.
— Con eso es más que suficiente. Ya no serás un problema para el senador, ni mucho menos para mí Es una lástima... Eras alguien listo y poderoso, si hubieras acatado a las órdenes de Leviatán no hubiera pasado nada de esto, y seguirías siendo un demonio. Pero decidiste ayudar al detective y meterte conmigo. — Me agarró del cabello, levantándome. Aún estaba aturdido por el dolor, así que no pude impedirlo.
— Tu rostro se ve tan miserable, que me dan ganas de ayudarte a mejorarla. — Me estampó 3 veces contra el suelo, rompiéndome varios dientes, y generándome grandes heridas graves. Luego me tiró fuera de la habitación y caí en las afueras del parque municipal.
A los minutos ya me encontraba en el hospital, con vendas en mi cabeza y con Say a mi lado, al igual que Jack.
— Te hicieron mierda Frank... Ese maldito te hizo eso, ¿Verdad? — Jack estaba bastante molesto. Se sentía impotente ante la situación, debido a que nos enfrentábamos a un demonio, no a un humano.
— No importa. Aún debemos buscar pistas, estamos cerca. Tengo la dirección del sujeto que le pedía los clones al viejo ese. Podemos ir a buscarlo mañana, cuando estés mejor. Bueno, no sé si aún poseas tu regeneración.
Negué con la cabeza, recostándome en la cama, mientras pensaba en cómo logré ser superado, y en cómo me arrebataron mis poderes. Lo único que me hacía poderoso... y de verdad me hacía sentir alguien.
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La Red.
Fiksi Ilmiahn una sociedad avanzada donde los poderes ya pueden ser implantados se crea nuestra historia con la OAA "organización anti anomalías" las cuales pelean contra las mutaciones repentinas de personas, los soldados de la OAA pelean día y noche contra la...