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Ríete de sus chistes

Los nervios que sintió cuando bajó del taxi no se comparaban con nada, JiMin podría empezar a temblar en ese mismo momento, pero la mano que tomó la suya con delicadeza hizo que se relajara.

—Amor, um... ¿quieres hacerlo? —preguntó YoonGi, dando unos pequeños pasos hasta quedar frente a él —, sé lo que dije, pero...

—Está bien, YoonGi, son mis padres, creo que merecen estar en mi boda.

YoonGi hizo un pequeño puchero, ya no tan convencido de lo que harían, se supone que debía ser el apoyo de JiMin en ese momento, decirle que todo estaría bien, que saldrían de esa, que no importaría nada si seguían juntos.

Debió estar mucho tiempo en sus pensamientos porque JiMin no tardó en mover su mano libre frente a su rostro, llamando su atención casi al instante.

—¿Estás bien?

—Sí, solo pensé que si no querías hacerlo ahora, pues está bien, podemos... No sé, ya no sé lo que digo.

La pequeña risa de JiMin fue lo único que escuchó antes de sentir sus esponjosos labios sobre los suyos, YoonGi sujetó su remera, siendo su única forma de mantenerse estable, disfrutó del contacto y suspiró cuando se alejó.

—Lo siento —murmuró poco después, JiMin negó con la cabeza.

—No sientas nada, Gigi, has sido mi apoyo estos últimos años y no puedo estar más agradecido por eso.

YoonGi asintió, sonriendo antes de dejar caer su peso sobre él, los brazos de su pareja rodearon su cintura, un abrazo reconfortante que ambos necesitaban.

—Puedo apostar que tu madre nos está viendo —murmuró YoonGi con la voz obstruida.

—Puedes estar seguro de eso, amor —recibió un pequeño beso en la cabeza antes de sentir la lejanía, ambos suspiraron antes de volver a tomar sus manos y caminar hacia la entrada.

La espera se hizo interminable después de tocar el timbre y cuando nadie abrió la puerta, JiMin estaba dispuesto a volver sobre sus pasos y buscar un taxi que los llevara a casa, YoonGi estaba dispuesto a seguirlo, pero la puerta abriéndose y la voz de la señora Park los detuvo.

—JiMin, es bueno verte de nuevo.

Suspiró antes de girar nuevamente, presionando la mano de su prometido, YoonGi le dio fuerza para ver a la mujer frente a él, se extrañó al verla ahí, no era la misma mujer que había visto hace unos años, su rostro representaba tristeza y cansancio.

—Mamá... pasó un tiempo.

Ella asintió sus ojos humedeciéndose al escuchar la voz de su hijos después de tanto tiempo, se acercó con pasos lentos y temerosos, temiendo el rechazo que podría recibir, grande fue su alivio cuando JiMin la abrazó, aún con temor.

—No sabes lo feliz que estuve cuando llamaste, ¿Cómo has estado? ¿Comes bien? ¿Duermes a tus horas?

Su madre siguió con las preguntas hasta que se alejó y observó a YoonGi, él no supo si sonreír o esconderse tras JiMin, a diferencia del señor Park, SunHee se había quedado callada, ella solo observó como toda la ira de su esposo recaía sobre YoonGi, no movió ningún dedo a pesar de la mirada suplicante de su hijo.

Y el recuerdo parecía fresco en la mente de JiMin, el mayor dio un paso hacia YoonGi, tomando su mano y suspirando cansado.

—Mamá...

—Lo siento —interrumpió ella, jugando con sus manos —, en verdad lo hago, debí decir algo esa vez, tú no merecías eso, YoonGi y si pudiera disculpar mi actitud...

A guide from Park JiMin ﻬ [ j i m s u ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora