NO SOY MIS ERRORES | Tony Stark |

Capítulo 4

Arian

Peter me comentó sobre la recuperación usando la tecnología Stark y no dudé en aceptar ni un segundo, además, me dijo que podríamos investigar en uno de los laboratorios del complejo. Habló maravillas sobre este y me emocionó bastante. También le agradecí mil veces que haya hecho el proyecto el solo y haya puesto mi nombre. Sacamos una calificación sobresaliente y yo no tuve que hacer nada, me siento realmente mal pero yo tampoco escogí que mi coche me aplastase.

Hablando de mi coche, espero que el seguro lo cubra.

El Sr. Stark fue muy amable al darme esta increíble oferta. Se marchó hace un rato y envió a un hombre bastante grande a buscarnos. Kate tuvo que irse porque tenía que ir a trabajar a una cafetería.

—Hola, Happy —saludó animadamente Peter, al guardaespaldas personal de Stark.

—Niño —le correspondió y me saludó a mí con un gesto de cabeza.

Abrió la puerta de la pequeña limusina y espero a que entrase.

—Gracias —murmuré.

Enseguida nos pusimos en marcha. Todavía no sé muy bien como sucedió mi accidente de coche pero estoy segura de que tarde o temprano lo averiguaré.

—Las instalaciones son increíbles, en mi habitación hay una pantalla gigante. Podremos ver un montón de series y el laboratorio —

—Es una maravilla —acabé por él sonriendo. Por el espejo retrovisor vi como Happy me estaba observando y me sentí algo intimidada. Devolví mi mirada a la carretera, nunca he sido de hablar cuando voy en coche, mis tripas tardaron unos segundos en sonar, tanto Peter como el guardaespaldas me miraron—. Tengo hambre —confesé con una pequeña sonrisa.

Mi amigo sacó su móvil.

—¿Pizza está bien?

—Sí, por favor —la comida en el hospital no es precisamente lujosa.

Llamó y pidió que las entregasen en el complejo. Bostecé cansada y restregué mis ojos, Peter intentó entablar conversación con Happy en lo que quedaba de trayecto viendo que conmigo era inútil, sin embargo, el hombre tampoco era de muchas palabras. Al final desistió y se mantuvo en silencio todo el camino mirando por la ventana. Mis párpados comenzaron a pesar y los dejé caer.

Unas sacudidas leves en mi hombro me despertaron.

—Ey, Ari, ya hemos llegado —mencionó en voz baja Peter—. Creo que lo de ver series lo dejaremos para otro día —dijo riendo.

Sonreí cansada.

—Sigo teniendo hambre.

Negó con la cabeza y salió del coche. Happy abrió la puerta de mi lado y me ayudó a salir. Me entregó mis muletas y le agradecí con una pequeña sonrisa, sorprendentemente, él me correspondió con otra.

Era de noche y el complejo estaba completamente iluminado, la letra A destacaba por encima de todo. No había ninguna otra estructura a la vista, supongo que montar algo así con gente residiendo cerca es complicado, la confidencialidad debe ser primordial.

Nos acercamos a la puerta principal y algo escaneó el rostro de mi amigo. La puerta rápidamente se abrió y con dificultad entré dando pequeños saltos, las muletas eran realmente incómodas. Varias personas con trajes caminaban de un lado para otro.

—Tienes una cara similar a la que puse yo la primera vez que entré aquí —rio Parker y quise darle un golpe pero recordé a tiempo que estoy sujetando la muletas.

Mi amigo miró detrás de mí y salió un segundo del complejo, cuando volvió a aparecer traía dos cajas de pizzas en sus manos. Mis tripas volvieron a sonar, afortunadamente, no tan alto como la última vez.