Señor Espejo...

A usted, señor Espejo,

Que se cree el ente más sabio del mundo. Que les recrimina a los humanos. Que solo busca el placer que da observar las lágrimas de dolor corren por el rostro de quienes van junto a usted, buscando tan solo algo de ayuda y que no reciben más que escupitajos suyos que provienen de su alma pueril. A usted, señor Espejo, que le cuesta admitir, que no es más que otro objeto, cuya única función no es ayudar sino a la destrucción. Que se cree conocedor de cuanta cosa existe. Que se ve como el único, el grande y el poderoso señor Espejo. A usted, que cree saberlo todo y que no sabe nada. A usted, que le nacen tan solo los sentimientos de odio. Que le gusta que le observen durante horas, con sus aires banales. Que critica sin pensar en los otros. Que daña pensando en sí mismo.

A usted, señor Espejo, que contribuye con los partidos políticos, con las famas vacías, con los rompe-corazones. Que con ligereza nos arroja a las fauces de los leones de la gente trivial. Que ayuda y está más que familiarizado con la destrucción de mentes. Que forja aquella caja de pensamientos limitados que crearon los injustos para liderar, y dejar a un lado todo pensamiento que de verdad sirve para algo.

A usted señor Espejo, que limita la creatividad. Que forja las cadenas de la esclavitud. Que cumple con los estereotipos de la sociedad. Que deja y ve morir a los suicidas, que vive con el narcicismo recorriendo las venas invisibles de su frívolo e insensible cuerpo. Que se burla de los pobres, que inculca injusticias en la mente de los ricos. Que moldea guerras. Que destruye almas. Que crea y labra tristezas. Que recuerda constantemente las infelicidades pasadas. Que pocas veces inspira aliento. Que solo se empaña de tristeza cuando tan solo quedan suspiros dejados, y que duran dos segundos, porque luego el narcicismo vuelve a correr. Que cuando le cae sangre, llena de vida y de calor, le importa tanto o tan poco, que prefiere que se escurra, fría y sin alma a que se pegue a usted y le permita tener sentimientos. A usted, que ve crímenes, y los refleja sin que le importe que a otros les pueda hacer daño. Que implementa las estrictas políticas de la idolatría. Que demuestra que el amor propio puede ser una blasfemia, una infamia, una cruel mentira.

Que destruye la felicidad. Que nos llena de codicia. Que nos inspira para matar, para dejar correr sangre. Que nos entrega a las puertas de la muerte. Que siempre tiene listo el teléfono de Azrael. Que no trabaja para Dios ni para el diablo, sino para el hombre. A usted, señor Espejo, que ayudó a esclavizar a mi pueblo. Que aun estando destruido, prefirió hacer sufrir a otros, antes que demostrar que le había dolido. A usted, que me repugna. Que me produce asco. A quien tan solo quiero vomitarle encima. Que me brinda todo y al mismo tiempo no me brinda nada. A usted, que me insulta una y otra vez y que nunca puede recibir un no por respuesta. 

A usted, señor Espejo, a usted, es que le hablo. Mis deseos hacia usted, son que muy pronto, la justicia, el valor, la verdad, y la rebelión de quienes han sido su presa, sean tan fuertes, y decidan hacer tanto, que le avienten rocas, que le golpeen con palos y que le escupan mil veces en la cara, señor Espejo. Que usted mismo sienta lo que nos ha hecho sentir por años. Y que se pudra, señor Espejo. Porque eso es lo único que no ha hecho nunca, pero lo que sí debería hacer. 

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Pd: un espejo es tan solo un objeto,mira más allá.

¿Qué ves?