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— Suéltame — hablo él azabache de ojos azules

— ¿Qué pasa rey?—. Un rubio lo tenía contra la pared, le besaba el cuello y se lo mordía haciendo sacar sonidos bellos de los labios del más bajo, o para el eso eran, sonidos bellos, excitantes. Pero para el armador era doloroso, muy doloroso

—Su-sueltame...ahg—. pidió a punto de soltar sus lágrimas. Su cuello dolía, y el dolor iba en aumento se sentía mareado

— Mi rey ya es hora de irnos —. Comento él rubio viendo la pantalla de su teléfono, de fondo tenía al menor quien dormía en la cama de la casa del rubio

— Ya déjame —. Volvió a pedirle

— Te acompañaré a casa —. Le dijo agarrándolo de la mano, tobio se agarró de su cuello pudo sentir sangre — La voy a lamer

— No...te me acerques —. Le hablo, tenía ambas manos en el pecho del rubio tratando de alejarlo, pero este agarró ambas manos del menor y las metió a su boca. Kageyama se sonrojo y se quedó callado, mientras Kei llenaba de saliva cada uno de sus dedos

— Tus dedos son muy delgados —. Hablo después de sacar lo dicho de su boca

— M iré a casa —. Kageyama sacudió sus manos, pero no toda la saliva se fue

— Vamos

— Solo —. Le dijo viéndolo fijamente

— Por supuesto que no —. Le respondió

— Rey —. Kei agarró de los hombros al azabache — Hay gente mala, quieren tocarte entiende que solo quiero protegerte. No quiero que te pase nada malo, eres importante para mí

— Tsukishima —. Kageyama agarró las muñecas del rubio y las alejó — Eres tú quien se crea tonterías, nadie me quiere hacer daño

— Ayer se te acercó un chico y te llevo aún callejón —. Le dijo

— Era un compañero, habíamos quedado en que agarraría un cartel que él había hecho para declarar se ante la chica que le gusta —. Le dijo viéndolo fijamente — Y te lo había dicho más de una vez

— ¿Así? Pues que me dices de aquella vez en que esa chica te tiró agua

— Ella se asustó ya que tú la estabas siguiendo la, no la dejabas se tropezó y el agua sucia me cayó a mi —. Le aclaro

Kei tiende a ser muy loco, crea historias locas y kageyama lo sabe, ya va a pensar si de verdad seguirá con él. Lo ama por supuesto, pero ese rubio está loco, y si lo deja tal vez se vuelva más loco de lo que ya está

— Mmm bueno, que me dices de aquella vez en que una chica te dió unos chocolates

— Me pidió que los agarrara por un momento, ella buscaría algo en su mochila

—¡Para dártelo a ti!

— Buscaba su teléfono

— Para darte su número

— Para llamar a su papá —. Le comento — Escucha tsukishima ya hablamos de esto, por favor déjame dormir en paz 

— Sino duermes es por que ellos te molestan

—¡Por favor!

— Que me dices de aquella vez en que te dieron un batido, dime

— Había hecho una apuesta y gane

—¿Y desde cuándo eres listo?—. Pregunto, kageyama se enojo

Dió un suspiro largo

— Basta —. Pidió, su relación estaba empezando a tornarse de un color negro. Y eso lo preocupaba, si llegaban a pelear fuertemente sin duda que dañaría al equipo y él capitán les había hablado de ello antes. Aceptaría lo que él rubio pidiera, trataría de soportar y vería si su relación podría cambiar a como era antes, una relación tan bella —¿Quieres quedarte en mi casa?—. Pregunto, ya sabía la respuesta — Mis padres no estarán —. Le comento

Él rubio sonrió pervertido

— Pe...—. pensó, si le decía que nada de sexo entonces habría problemas, pero si tenían sexo también habrían problemas, pero menos problemas si acepta tener sexo, su vida si que es complicada — Quiero un helado —. Le pidió

— Lo que él rey pida

Su cuello aún dolía, pero en unos minutos dolería aún más. Ese poste le quiere arrancar el cuello

— Mi amor es incontrolable —. Hablo kei, tobio quería reír

— Que estupidez —. Le comento

— No te burles

El helado tobio se lo iba comiendo en el camino, quería llegar a casa y poder desinfectar su herida, una mordida era más profunda que las otras, era un milagro que fuera viernes. No quería dar muchas explicaciones, tal vez y el lunes ya sanaría un poco

Apenas pusieron un pie en la casa y ninguno le importó nada más que sus cuerpos unidos, les importo tan poco que lo terminaron haciendo en el suelo, el frío suelo, las cortinas estaban abiertas y entraba mucho aire frío pero a pesar de ello no les importo

Una corta historia :v adiós

TsukikageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora