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Una semana había pasado, y kageyama se encontraba más tranquilo. Y se le podía ver a kilómetros, el aura que emanaba era diferente a la de hace tiempo, se veía más tranquilo

—¡¡Kageyama levantala para mí!!—. Y llego Hinata

Kageyama sonrió gracias a ese maldito e idiota enano estaba mejor

— Puedo ver que las cosas están mejor —. Sonrió feliz Suga

— Si, ya está bien —. Comento Asahi

Mientras ellos tenían una pequeña plática, él rubio no apartaba su vista de aquel azabache y mandarina andante

Ya habían pasado unas semanas desde que terminaron y una desde que ya no hablaba con quien tuvo su primera vez, bueno fue la primera vez que se enamoró. Pero lo de puto lo tiene hasta en los huesos

Kageyama suspiro, miro al cielo y sonrió, al fin se habían acabado aquellas cosas feas. Ya no era acosado todo estaría bien, al menos eso pensó el
.

— Tsukishima —. Frente a él estaba el rubio

— Ya es hora de que hablemos, te di tiempo para que te relajaras pero.... Ya es hora de dejar de ignorarme

— No tengo nada de qué hablar contigo, debo llegar a casa

— Deja que hable —. Sujeto del brazo al más bajo — Déjame hablar kageyama , lo que pasó esa vez...yo .

— Estabas por follar con ella en medio camino —. Le comento — Mis ojos lo vieron, la besabas apasionadamente, la tocabas le hacías todo...todo lo que una vez me hiciste a mi, fui estúpido

—¡No entiendes!—. Le interrumpió

— No me importa, solo quiero que te alejes de mi —. Se fue dejando al rubio

....

Al llegar a su casa había algo que no estaba bien, al entrar sintió un frío recorrer por todo su espina dorsal, se quitó los zapatos y siguió caminando

—¡¿Mamá.... papá?!—. Las luces estaban encendidas, y se supone que sus padres llegarían hasta las dos de la mañana

Justo en la mesa del comedor había comida, eso era extraño a él no le dan de comer. Sus padres casi no están, dejó su mochila en un sillón y camino hasta la mesa, olía bien. Miro por todos lados y no había nadie, al menos no cerca

—¿Huh?—. Escucho un ruido, camino rápido y debajo de la mesa había una caja de agachó y la agarró. Al ver el contenido de esta sus ojos se iluminaron, parecía un niño demasiado feliz. Había un pequeño cachorro era tan pequeño y bonito. Tobio lo agarró en sus manos y luego le dió un pequeño beso, tal vez sus padres al fin le dejaron tener a una mascota y le habían hecho la cena

Había comida para el pequeño animal, debía buscar un nombre para su pequeña criatura, decidió comer

Después de una media hora ya se encontraba en su cama, en la caja dejo algunos trapos para el pequeño animal. No podía dejarlo en su cama sus padres lo matarían, se sentía cansado

Cerro sus ojos y durmió, dormía pacíficamente

.

No sabe que hora era, empezó a abrir sus ojos había algún tipo de sonido que lo despertaba, era como un chapoteo podía escucharlo ya que se oía muy cerca de él. Parpadeo y medio divisó algo o a alguien frente a él, abrió sus ojos en sorpresa al percatarse y asustarse

— Ya despertaste, es muy pronto —. Escucho hablar al desconocido

Kageyama estaba en estado de shock, empezó a temblar, no podía moverse y tampoco ver bien al extraño ya que le había puesto algo en los ojos, una venda tal vez
Sentía aire frío pasar en su cuerpo ¡En su parte íntima!

Trato de ver su cuerpo, se asustó aún más al sentir algo grueso y pegajoso en su abdomen, sin duda alguna que estaba desnudo

Algo caliente subía de su abdomen hasta su pecho, ese desconocido le abrió la boca. Tal vez le dió algún tipo de droga, su respiración fue agitada, no podía respirar bien, sabía que era el miembro del desconocido, este entraba y salía de su boca, quería hablar, gritar, moverse, defenderse pero no le era posible. Seguía sin poder ver algo, lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas, sintió unas manos gruesas y grandes tocar sus piernas, lo levantó. Tobio tenía mucho miedo, la respiración del sujeto se escuchaba por toda la habitación, también la suya. Unos cuantos gemidos

Tenía la boca abierta aún, no podía cerrarla sentía que se iba a ahogar, había semen en su boca. Quería golpear al bastardo, no dejaba de llorar. Su entrada ya no estaba vacía, aquel miembro ya estaba en su interior, el rechinar de su cama se escuchaba aún más fuerte, su cadera era sujetada con fuerza y jalado para penetrar lo

Trato de cerrar los ojos, debía tratar de ignorarlo. Contar los números primos

No quería seguir viviendo

— Lo que él tocó —. "Él" ¿de quién hablaba? — Yo lo limpiare

Tal vez de Kei, pero...

¿Cómo sabe ese desconocido sobre su relación?

Sus pezones fueron pellizcados, y luego algún líquido estaba cayendo en ellos, nuevamente fueron acariciados los dedos se fueron y una lengua empezó a succionarlos

No podía hacer nada, estaba siendo violado por un desconocido y nadie estaba allí para ayudarlo

TsukikageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora