El pino favorito de Luke

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Thaluke.

Luke miraba aquél pino, que antes era una niña, su mejor amiga, Thalia Grace, hija de Zeus, con quién tuvo grandes y peligrosas aventuras antes de llegar ahí y ser asesinada y convertida en lo que era ahora.

Cada semana iba con ella y informaba lo que pasaba cada semana en el campamento mestizo y sobre Annabeth, una amiga suya que también había escapado de su casa y se había unido a ellos.

—Y Annabeth llevó al equipo azul a la victoria —dijo Luke con orgullo, pues él también estaba en el equipo azul—. Humilló a Clarisse y a la cabaña de Ares merecidamente.

Recargó su espalda en el tallo del pino de Thalia y suspiró. A veces se cansaba de esto, se cansaba de fingir que Thalia podría estar viva, su esperanza caía en picado. 

—Llegaron más campistas, a dos de ellos los reconocieron. La chica, hija de Deméter y el chico hijo de Apolo —dijo con el tono de voz menos emocionado.

Deseaba con todas sus fuerzas que Thalia le mandara una señal de vida, que le dijera que no fuera tan egocentrico, que le fulminara con sus ojos azules eléctrizantes, que se riera de sus chistes malos. Pero no nada de eso pasó.

Suspiró frustrado y se alejó caminando hacia el campamento fingiendo una sonrisa.

Luke...

Escuchó una voz ahogada pero no volteó a ver quien era, tal vez eran imaginaciones suyas.

***

—¡Cuidado! 

Sintió un fuerte empujón y cayó en la acera llena de charcos de un callejón de Nueva York con una niña encima de él. Ella se levantó y embistió al monstruo con el que Luke peleaba. Intentó encajarle su lanza pero la mujer-serpiente se deslizó huyendo. La niña se dio la vuelva y volvió a embestir con fuerza. La mujer sólo recibió un leve raspón. Y siguió atacando a la niña, siseando.

Luke miraba con asombro como la niña atacaba a la mujer- serpiente tirado en el piso. La niña luchaba con tanta fuerza e intensidad, con tanto profecionalismo. 

La niña recibió un corte profundo en el brazo y gimió-gruñó con enojo, Luke reaccionó con el grito y se levantó, blandiendo su palo de golf y corrió hacia la mujer y la golpeó en la espalda tumbándola, dándole oportunidad a la niña para enterrarle su lanza. La mujer se convirtió en polvo y se esfumó.

—Gracias —le dijo Luke a la niña.

—Me debes una, niño. —le avisó con un tono rudo.

Luke por fin pudo examinarla bien; cabello negro y cortado estilo roquero, ojos azules, estatura media cabeza más baja y ropa de rock.

Él asintió. —¿Eres una...?

—Desafortunadamente, sí. 

Volvió a asentir con la cabeza, no tenía nada más que decir, hace semanas que no hablaba con alguien civilizadamente.

—Me llamo Luke —se presentó y le ofreció su mano. La niña la miró con determinación y al final no la aceptó. Luke prefirió bajarla. 

—¿Luke qué?

—Luke Castellan, hijo de Hermes, creo —lo último lo dijo en un susurro.

—Thalia Grace, hija de Zeus. 

Le sonrió y él también a ella. Le ofreció la mano y ella se la estrechó con un fuerte apretón.

Lo último que vio antes de despertar, fue la dulce y juguetona sonrisa de Thalia

***

Luke despertó de su sueño agitado en medio de la noche. Todos en la cabaña de Hermes dormían y roncaban. Nadie se percató que él se había despertado. 

Se levantó de su litera y salió de la cabaña. Se escabulló variadas veces para que las arpías de limpieza no intentaran comerlo.

Cuando pasó por la Casa Grande sin que se dieran cuenta de él, corrió como Grover cuando hay enchiladas hacia la colina Mestiza, donde se encontraba el pino de Thalia y tumbó en el jardín.

—Soñé contigo, Thals.

Todo quedó en silencio. 

—Cuando nos conocimos. 

Un ráfaga de viento le llegó a su cara y escuchó los leves movimientos del lago y el movimiento de las hojas de los árboles.

—Me gustabas, ¿sabes?

Nadie le respondió. 

Luke suspiró con cansancio. Ahora sí había perdido la esperanza de que Thalia estuviera viva.

Se levantó, se sacudió el pantalón y se alejó del pino de Thalia sin mirar atrás. 

A mí también me gustabas, Luke. 

***

One Shots (Percy Jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora