𝐻𝒶𝓁𝓁 𝒪𝒻 𝐻𝑒𝒾𝓇𝑒𝓈𝓈

𝐼

—Alice, come— dijo mi madre en tono suave.

—No tengo hambre— dije dejando los cubiertos sobre la mesa.

—Tienes que comer—

Levante la mano dando a entender que vinieran por mi plato.

—Gracias Ann, ¿puedes guardarlo para más tarde?— dije con una sonrisa.

—Claro, princesa—

—Me retiro, tengo trabajo que hacer— me levante, y puse mis manos sobre mi gran vestido salmón.

—Piensa sobre lo que te dije— me dijo el rey.

—Claro, padre—

Hice una reverencia y me dirigí al enorme pasillo.
Cuando era más pequeña me daba miedo venir aquí, sus grandes paredes me daban la sensación que nunca terminaran, las pinturas en estas parecían que me observaban, me hablaban y me decían que tenía que trabajar más duro para poder ser una gran reina.
Caminaba lentamente acariciando las paredes y viendo los cuadros mientras pensaba, todo era completamente tranquilo, pero la armonía se rompió cuando sentí unas grandes manos en mi cintura y después dar vueltas sobre el aire.

Al estar en el piso volteé, sonreí ampliamente y lo abrace, lo había extrañado demasiado. Le tomé la mano y caminamos por todo el pasillo.

—Te extrañé— me dijo sin voltear a verme.

—Yo también te extrañé, no te vuelvas a ir, Alejandro— respondí inmediatamente.

—Eso me resulta imposible, sabes que las fuerzas enemigas nos están invadiendo.—

—No fue una petición, fue una orden.— apreté un poco su mano

—¿Quién eres para darme órdenes?— nos detuvimos.

—Tu novia y futura reina— le dije firmemente

— Aún no asimiló el que vayas a ser reina— seguimos caminando pero ahora sin tomarnos de la mano.

—Fue algo muy repentino— dije con la cabeza baja

—Perdón, no quería hacerte recordar esos malos momentos—

—No importa, debo aceptar que él se fue y yo debo tomar su lugar—

—Sabes que te apoyaré como tu futuro esposo y rey.— tomó mi mano y la beso.

—Sobre eso, tenemos que hablar— lo tomé del brazo y subimos las escaleras a gran velocidad.

Entramos a mi habitación y cerré la puerta con llave.

Él se sentó en la gran cama y yo en el sillón que estaba al frente.

—¿Qué es lo que sucede?— preguntó un poco agotado por haber subido tan rápido por las escaleras.

— Henry era el heredero al trono, reinaría junto con la princesa Emily de Laureles. Pero ya sabemos que murió a causa de las fuerzas enemigas— me interrumpió

—Ya me sé esa historia—

—Déjame terminar, desde eso el pueblo ha estado muy preocupado sobre quién será su rey. Papá recordó sobre una antigua tradición del palacio, la heredera o heredero al trono, no puede elegir con quien compartirá el trono totalmente. Papá cree que eso mantendrá distraído al pueblo mientras se vencen a las fuerzas enemigas.—

—¿A qué te refieres?—

— La tradición dice, se buscarán seis jóvenes, no más no menos, apuestos sanos, fuertes y que provengan de la nobleza, realeza o plebeyos. El heredero pasará una semana completa con cada uno. Todo lo que suceda se grabará. Al finalizar las seis semanas, el heredero volverá al palacio y decidirá quiénes son los que se quedan, los que se queden vendrán al palacio y pelearán por la corona y el amor del heredero. Finalmente se elegirá solamente uno y ese será rey y esposo o esposa.— terminé de contar