Capítulo 2.- El anciano Ka -Parte 1-

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Liu despertó con una sensación agradable. Todavía estaba en la misma habitación, era real su situación, y aunque no terminaba por comprenderla, todavía pensar en tener una buena vida en el nuevo mundo.

Se sentó y miró que había una ventana en su habitación, los intensos rayos de sol se colaban por un espacio que dejaba libre la cortina que cubría la ventana. La recorrió un poco una sensación de emoción lo abordó al ver el mundo exterior por primera vez.

Había personas como su mamá. De cabellos rubios, de ojos azules, de pieles pálidas, como si vinieran de las heladas tierras del norte europeo, pero sin duda, sus atuendos eran tradicionales de su nación, de México. No acaba de entender como podría darse una combinación tan extraña, pero lo que entendía del Necróxodo era que antes existió un mundo moderno y que fue destruido por una especie de deidad.

Ruidos que venían de otra habitación de la casa le llamaron la atención y lo sacaron de la ilusión del mundo que veía afuera por lo que salió al pasillo para llegar hasta el origen, entonces un agradable aroma acarició su nariz y lo guió por el largo pasillo. Se dio cuenta de que su habitación era la única en el pasillo, llego a un punto en donde el pasillo se dividía en dos.

Se dejó guiar por su olfato y llegó hasta una gran puerta de madera negra, la abrió y el aroma se hizo más fuerte, tanto que producía saliva sin control. Olía el rico aroma de la carne asándose perfectamente, de los huevos revueltos cocinándose en el aceite.

Al entrar se encontró con una enorme cocina en la que muchas personas corrían de un lado a otro cargando ollas, ingredientes, meneando las sartenes, midiendo el tiempo. Se veía que trabajaban a presión, y que no era cosa de un día. Liu se preguntaba si tendrían un banquete o algo así.

Una niña mugrienta de la cara, con la ropa andrajosa y el cabello descuidado lo notó en la cocina. Pareció sorprendida cuando lo miró, y como Liu no dejaba de verla comenzó a ponerse nerviosa, tragó saliva y comenzó a correr, pero como no dejaba de verlo golpeó a uno de los cocinero.

Liu reaccionó de inmediato, vio como la olla que cargaba el cocinero quedó suspendida en el aire por unos instantes, todos se volvió relativamente lento a su alrededor en ese momento.

Su cuerpo se impulsó involuntariamente y saltó para apartar la olla con una patada, salvando tanto a la niña como al cocinero de que les cayera encima, en ese instante que la pateó se dio cuenta de que estaba llena de comida, pero afortunadamente no se derramó ni un poco.

Todos los cocinero dejaron sus actividades cuando notaron que algo había pasado y dirigieron sus miradas al sitió del suceso. Vieron a la niña y al cocinero tumbados en el suelo y la olla que había caído perfectamente en el suelo sin derramar ni un poco de comida, y también vieron con asombro la presencia de Liu.

―¡¿Señorito Liu?! ¡¿Qué hace aquí?! ―se preguntaban todos los cocineros.

―Tenía hambre y seguí el aroma ―dijo Liu sin entender por que se veían todos tan nerviosos.

El cocinero que se había caído se apresuró para arrodillarse ante él y pegó su frente en el suelo mientras rogaba: ―¡Lamentamos nuestra incompetencia! ¡Por favor, perdone nuestra falta de habilidad!

―Pero...

Liu no sabía que decir, y dirigió su mirada hacia la chica que había corrido asustada de él.

Una cocinera se apresuró para abrazarla y miró a Liu como si estuviera temerosa de que fuera a ocurrir algo.

―Perdone a mi hija, señorito Liu. Sé que no debemos tener a nuestra familia en el trabajo, pero ha estado enferma esta mañana y no podíamos dejarla sola.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2020 ⏰

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