Makoto sostenía con firmeza el carrito del supermercado, Malcom echa sin parar cosas y yo seguía recitando las cosas de la lista sin dejar de sostener el murculoso brazo de Makoto. Solo dejaba de mirar la lista cuando había una pregunta sobre alguna cosa nueva o interesante que se podía comprar. Por supuesto que tenía que verificar el presupuesto si se quería agregar una cosa más, pero por alguna extraña razón, en algún momento dejé de prestar atención al presupuesto.
—Esperen, no sé cuanto de dinero ya va acá dentro —menciono y frunzo el ceño al ver que las cosas casi se salen—. ¿Por qué hay tanto?
—Me pagaron ayer y como sé que no te gusta gastar de más estoy poniendo de lo mío.
—Malcom, te iras al cielo.
Secretamente había comenzado a ahorrar para el regalo de bodas de papá, se casará dentro de unos días y mis ahorros en parte eran por poner un límite del dinero que él me daba.
—¿Cuándo iras a comprar el regalo? —pregunta y le tiende una cerveza a Makoto que acepta con gusto—. Ah, y tu vestido.
—Mi vestido está listo, es solo cuestión de recogerlo.
—Tienes libre el día de mañana.
Cierto, mañana es día feriado y no había clases.
—Pero, Malcom, tú tienes que trabajar aún así. Iré con Makoto, solo saldría para buscarlo y el regalo puedo comprarlo contigo por la noche.
—Bueno.
Sonrío y le doy pequeñas palmaditas al brazo lleno de tatuajes.
—Sé que quieres ir conmigo, pero tu jefe no te dejaría faltar cuando tienes muchas citas en tu agenda.
Hace un mohín y se estira para alcanzar una caja de cereal.
—Es cierto, ahora tendrás una hermanastra.
—Hmmm.
Papá se iba a casar con una mujer divorciada de la que nunca tuve verdadero interés por preguntar, estuvieron saliendo como por dos años, y ella le dio el sí. Ahora que se casaran, tanto ella como su hija se vendrán a vivir a nuestra casa y, bueno, la idea de tener a una adolescente como hermanastra no me da buena espina. Pero quien sabe, no hay que juzgar o etiquetar a personas que nunca haz visto.
—Amelia, tendré que dejar de ir seguido a tu casa.
—¿Por qué?
Makoto empieza a toser y lo miro.
—Solo miralo. Es más alto que yo, tiene el cabello teñido de azul, fornido, tatuado y perforado.
—Pero, a mi pensar él despierta la curiosidad.
—No todas las personas piensan igual que tú, tu papá o yo. Además, él sí parece un vago.
—Estoy aquí, eh.
Suelto el brazo que sostenía y me acerco más a Malcom.
Es cierto, de no conocerlo de toda mi vida pensaría que él es alguien curioso e incluso podría estar en una banda de delincuentes.
—¿Terminaste con tu examen visual?
—Casi.
—Hey, Makoto. Gime como tortuga.
Me golpeo la frente cuando él obece y quien le dio la orden también lo hace.
—Oh Dios.
Me alejo de ellos dando largas zancadas y a mis espaldas los escucho reír.
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Deseo Incontrolable (#4 R.P)
Romance=Última parte de la saga RowlingPassion= En realidad, fui rechazada antes de siquiera poder pedirle salir ¿puedes creer eso? Yo, Amelia Lovelace, hija del primer ministro... ¡Fui rechazada por él! No tuve oportunidad de pedirle una cita, ese hombre...