Capítulo 11.

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Perspectiva de Hikaru.
Por fin llegué a mi habitación,  de inmediato coloqué las manos en mi rostro y pude sentir cómo subía mi temperatura.

¿Qué demonios fue eso? pensé mientras una tonta sonrisita se escapaba de mi boca, a la vez que mi corazón comenzaba a latir fuertemente.

-¡¿Qué demonios fue eso?!- preguntó Kaoru con un tono histérico, mientras entraba a la habitación y bruscamente dejaba las maletas en el suelo. Esa escena hizo que se me bajara la presión por un momento, pero después de aquel susto ya pude volver a mí.

-Ay babosa me asustas- dije con la mano en el pecho tratando de recuperar el aliento.

-Hikaru... ¿Por qué la cargaste de esa manera?

-Porque está lastimada...

-¡Pero no está inválida! ¡Podía caminar perfectamente!- no bajaba el tono de su voz, en verdad se veía enojado.

-Kaoru, tranquilo... ¿Tanto te desagrada?- pregunté, vagó un poco y volvió a ponerse a la defensiva.

-Más bien, parece que a ti te agrada demasiado- me acusó. Bajé la mirada, tenía razón.

-No es tan mala, de hecho es agradable... dale una oportu...- me interrumpió.

-Sabes lo que implica que ella esté aquí ¡Está separando a nuestra familia!- sus ojos se llenaron de lágrimas, no me gustaba ver así a mi hermano- Y ahora, siento que te está alejando de mí...

Lo abracé y de inmediato se aferró a mí, sollozando en mi hombro.

-Sabes que nadie podrá alejarme de ti, nunca- le dije, después lo alejé un poco, solo para poder verlo a los ojos- Pero tampoco está bien que la juzgues tan rápido, en especial porque ella ha intentado llevarse bien con nosotros...

Bajó la mirada, podía notar cierta culpabilidad en su rostro, pero unos segundos después, volvió a esa posición de frustración. Se alejó dando un suspiro hondo y después se metió a darse un baño. 

-Kaoru...- dije para mí. No me gusta ver a mi hermano tan enojado, pero sé porque está así. Yo también lo estaba, pero una vez que piensas las cosas con la cabeza fría, las cosas se aclaran y te das cuenta que no hay realmente un culpable.

De pronto recordé el rostro de Grace cuando la cargué, se veía sonrojada y con los ojos brillosos, eso provocó un sentimiento de alivio dentro de mí.

Perspectiva de Grace.
¡¿En qué momento pensé que evitar a mis hermanos no sería complicado?!

Han pasado ya tres días en los que me limito a saludarlos con la cabeza y de inmediato salgo corriendo a otra habitación de la casa. Lo bueno es que la casa es lo suficientemente grande para poder perderlos, en la escuela me la paso con las chicas y en el Host club me limito a convivir con Kyoya, al cual cada día lo siento más cercano y amable. 

El único problema es que Hikaru insiste en acercarse y eso es justo lo que no quiero, no mientras no pueda controlar mis sentimientos, no quiero darle la oportunidad de que se burle de mí ¡Otra vez!

-Ya estoy preparando todo para la semana en la playa- dijo Kyoya, con una voz algo agotada y no es por menos. Le he estado ayudando a organizar un viaje que realizarán la próxima semana.

El Host Club realiza un viaje a la playa una vez al año, para que las chicas puedan viajar con los chicos necesitan llenar una solicitud, entregar un comprobante médico y pagar un seguro médico (además de la cuota del servicio). Una vez que entregan toda esta información, Kyoya y yo la analizamos y elegimos a las mejores candidatas, por supuesto, tenemos un límite de chicas para cada uno de los chicos.

Queridos Hermanos (Host Club)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora