Queridos Hermanos (Host Club)

Capítulo 7. Los bosques son buenos.

Me desperté, miré hacia la ventana y podía ver que aún estaba oscuro afuera. ¿Qué hora era? Tomé mi celular y eran las 5 de la madrugada. Me había despertado una hora antes de lo que suelo levantarme...

Me puse de pie y decidí dar un paseo por la casa. Estuve caminando un rato, la casa es lo bastante grande como para hacer un "recorrido", pero de pronto escuché un ruido afuera de la casa, específicamente en el jardín.

Bajé lo más silenciosa posible, salí y me asomé. Honestamente me sorprendí al ver a Takano con guantes de jardinería arreglando las plantas a tan temprana hora.

-¿Takano? ¿Qué estás haciendo tan temprano? (Jeje eso rimó)- pregunté. Él se sobresaltó, al parecer no se había percatado de mi presencia.

-¡Grace! Vaya... Que susto me has dado- dijo mientras se incorporaba y suspiraba aliviado- Siempre inicio a esta hora, lo que más me gusta es arreglar el jardín y a esta hora es bastante callado.

-Entonces... ¿Quieres qué me vaya?- le pregunté.

-Oh... Si quieres quedate, es agradable que alguien te acompañe de vez en cuando- dijo con una sonrisa.

Yo asentí, me agaché cómo él para estar a la misma altura y platicar mejor.

-Takano ¿hace cuánto tiempo trabajas aquí?- le pregunté, guiando mi mirada hacia sus manos las cuales estaban hundidas en la tierra.

-Mmm buena pregunta...- sacó las manos de la tierra- Oficialmente trabajo desde los 15 años, pero ya trabajaba aquí desde los 5 años, ayudándole a mi padre.

-¿Tu padre trabajaba aquí antes?- pregunté interesada.

El asintió.

-Y ¿por qué dejó de trabajar?- pregunté, después me di cuenta de que había sido una pregunta demasiado directa y sin cuidado.

-El se enfermó de cáncer, fumaba demasiado- dijo sin dirigirme la mirada.

-Oh... lo siento mucho- dije sintiéndome un poco culpable. Takano volteó a verme.

-No tienes por qué disculparte, tampoco te sientas mal, ahora mismo está bien- me dijo con una sonrisa tratando de calmarme.

Estuve a punto de decir algo pero nos interrumpieron.

-¿Grace?- preguntó Kaoru asomando la cabeza hacia donde estábamos.

-Oh, buenos días Kaoru- dije un poco exaltada.

-Si no te arreglas rápido se nos hará tarde- dijo indiferente sin quitarme la vista de encima, estaba segura de que quería que me fuera de ese lugar.

-Adiós Takano- dije mientras me ponía de pie y me alejaba de el.

Si no conociera a Kaoru, diría que estaba viendo de una manera muy extraña a Takano...

Corrí hacia mi cuarto y me arreglé tomándome mi tiempo, pues aun era temprano, después bajé a desayunar y junto con mis hermanos fui rumbo al colegio.

...

El día estuvo bastante aburrido, nada fuera de lo normal, bueno excepto por el hecho de que nuestro profesor de última hora había faltado, por lo que éramos libres de hacer lo que quisiéramos, algunos se fueron temprano, mis hermanos fueron hacia el Host Club y aunque pensé por un momento en acompañarlos, decidí quedarme con las chicas a platicar un rato.

-El fin de semana quería ir con mis padres de paseo, ya saben para salir un tiempo de la rutina y en eso llegamos a unas cabañas ¡y no se imaginan lo que me pasó!- dijo Sakura poniendo las yemas de sus dedos en su frente, estás chicas me caían bien pero a veces eran demasiado exageradas.