Burt estaba revisando otra vez la habitación del frente, asintiendo aprobadoramente a Kurt. Kurt le había dado el tour en cuanto había llegado, y Kurt ya se había encargado de hacer los arreglos más sencillos, como reparar los marcos de las puertas y tapar un hoyo en la pared ocasionado por un golpe por la manija de la puerta. Quería que su padre pudiera ver que eran capaces de hacer eso; que podían tener una casa y ser responsables, y quería que su papá dejara de preocuparse de que estuvieran viviendo en la Gran Manzana. Cualquier oportunidad que Kurt viera para reducirle el estrés a su padre, la aprovechaba.
Rachel estaba parada en el marco de la puerta con su kit de herramientas rosa - aun sin usar, pero lleno de estrellas doradas como refuerzo positivo-. Kurt había apreciado el esfuerzo, aunque ella no era capaz de diferenciar entre un clavo y un tornillo.
"Muy bien. Ahora chicos…"
Kurt se cruzó de brazos y rodó la mirada. "Papá."
"Lo siento. Hey, perdona, me estoy haciendo viejo." Burt sonrió indulgentemente a su hijo, rascándose el delgado cabello bajo la gorra de beisbol. "Está bien, ustedes adultos maduros y responsables. Recuerden cambiar las baterías cada vez que el horario cambie, ¿me están escuchando? Las baterías son fáciles de remplazar, pero ustedes dos no."
Rachel sonrió al Sr. Hummel. "Si, señor. Incluso lo he escrito en mi calendario para los dos años siguientes. Cambiar las baterías de los detectores de humo."
"Buena chica. Ahora, Kurt?" Agarró a Kurt por el hombre, parpadeando al darse cuenta de que tenía que estirarse para alcanzarlo, y que probablemente había tenido que estirarse desde hace cuatro años. "Cuida bien a esta hermosa mujer, me entiendes?"
Rachel se pavoneó mientras guardaba su estuche de herramientas en la alacena bajo la barra que dividía la cocina del área principal de la casa.
"Y Rachel? Cuida mucho a mi muchacho, ok?"
Kurt sonrió y jaló a su padre para poder abrazarlo. "Gracias papá."
"No hay problema. Solo no olvides reportarte conmigo de vez en cuando. Ya sé que los dos ya son adultos maduros y eso, pero yo todavía soy tu papá, ok?"
Rachel corrió hacia Burt y se tiró a sus brazos en un abrazo apretad que le sacó el aire. "Gracias señor Hummel! Mis papás ya tienen su número y la noche del lunes es nuestra noche para hablar con la familia, ya lo decidimos. Eso en caso de que Kurt o yo tengamos un papel importante, esa es la noche que usualmente tenemos libre."
Ella se alzó sobre las puntas de los pies para darle a Burt un beso, el hombre un poco abrumado por tanto afecto. Kurt abrió la puerta principal para ofrecerle una salida de escape, acercándose a él para darle un último abrazo antes de que Burt regresara a Ohio.
Su papa se detuvo en el final de las escaleras, girándose antes de decirle bajito a Kurt. "No se te olvido que Finn va a venir el próximo sábado con el resto de tus cosas. Asegúrate de …uh" Burt miró hacia la casa, asegurándose de que Rachel no estuviera por ahí. "Asegúrate de que esos dos no tengan oportunidad para pelear ok? La última vez que esos dos se vieron, tuve que remplazar dos compresores de aire en el taller."
Kurt se rió suavemente. "No hay problema. Rachel tiene junta con uno de sus clientes, así que programare todo perfectamente."
Burt rodó los ojos y asintió, y se volvió a despedir mientras Kurt lo encaminaba hacia su camioneta, ya que tenía un largo camino por delante hasta Ohio. Kurt se quedó viendo hasta que la camioneta desapareció. Con la excepción de algunos libreros, algunas baratijas y muebles, y su guardarropa de invierno, estaba ya instalado en su primer hogar post-graduado.

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Donde hay humo
RomanceSituada 7 años después de la graduación. Kurt es Kurt, excepto que nunca conoció a Blaine Anderson. Blaine creció en Brooklyn con su madre y padre que era bombero. Rachel y Kurt se graduaron de NYADA, Kurt se ganó una maestría en Tisch y ahora viven...