cinismo

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A veces, tu víctima sólo la encuentras tras el espejo.
A veces, tú no eres el cínico.
Tu mente es el reflejo de tu pánico.
Tus pómulos sólo son almohadas.
Tu padre es tu cabeza.

¿Te irás a dormir?

Despierta, abre los ojos y vete.
Siéntate, respira, escucha, no oigas.

Son las 4:10 de la madrugada.
Lo desconocido habita tu mente.
La muerte está asustada pues ya no le tienes miedo.
Luego de tantos intentos ya no tienes remedio.
Sigues poniéndola en medio

Ejecutado en tu cama.
Esperando sobre tus hombros.
Sus ojos saborean el horror de carecer de alma.
A mí me espanta pensar en él y sus escombros de vida.

Sus manos aprietan las mías.
Sus ojos sólo me miran.
Sus piernas me rodean.
Su peso me asfixia.

Grito

Mis cuerdas se desvanecen.
Mi ojos se confunden.
Mi cuello se endurece cual piedra que adormece al tiempo de cualquiera.
No creí que se extinguiera el cardumen de voces a tu volumen.

Ya ni me ves.
Ya no me siento igual.
Este ritual destruye más de un sentido a la vez.
Mi parálisis resulta fatal si no noto lo que es.
Ya no está mi sueño.
Ya nada es lo que fue.


Poesías de una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora