❛𝗜'𝗠 𝗬𝗢𝗨𝗥 𝗗𝗢𝗟𝗟❜ ━━━ ❪ 𝖽𝗂𝖺𝖻𝗈𝗅𝗂𝗄 𝗅𝗈𝗏𝖾𝗋𝗌 ❫

「 ᴛᴡᴏ | 𝓚𝓲𝓻𝓲𝓼𝓪𝓴𝓲 𝓒𝓪𝓻𝓷𝓲𝓿𝓪𝓵 」

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El silbato de la profesora Maeda suena; las horas del club de animación han terminado.

—Bien, eso es todo por hoy chicas. Pueden irse —mientras, a lo lejos, se oye el silbato del profesor Yoshino, indicando el descanso del club de baseball.

—¡Muchas gracias, profesora Maeda! —todas las chicas agradecen con una reverencia. La profesora se limita a sonreír.

El grupo de porristas se sienta en los bancos de la cancha jadeando, evidentemente agotadas. Algunas toman agua, unas pocas se dirigen directamente a las duchas, otras cuántas se secan el sudor con un trapo, mientras que otras se dejan caer derrotadas por el ejercicio recostándose sobre los bancos. Etsuko era la única que se ponía a estirar aún después de que ya hubiesen terminado.

—Ishikawa. Dime, ¿cuál es tu secreto? —la castaña voltea a ver con curiosidad. Se trataba de Ayumi Uchiyama.

—¿Por qué, de qué hablas? —cuestiona aún estirándose.

—Pareciera que nunca te cansaras. Es como si tuvieras energía infinita, es increíble.

—¡Oh! No es para tanto, es sólo que el ser porrista me gusta muchísimo, tanto así que...

—¡Etsuko! —a lo lejos, una voz familiar la llama. Un chico alto y fornido, proveniente del club de baseball se acercaba peligrosamente al grupo de féminas. Las mejillas de la castaña se empezaron a colorar.

—¡Vaya! Mira quién viene ahí... —Koharu Yoshioka, la mejor amiga de Etsuko, señala al joven mientras habla con tono pícaro—. Al parecer tendremos que hacerte un favor. Te veo en los vestuarios. ¡Vámonos chicas! —inmediatamente todas guardan sus cosas y se van directo hacia las duchas, deseándole suerte a Etsuko. La joven maldice por lo bajo. De pronto, el joven llega hasta donde la castaña.

—Hola, Etsuko.

—H-hola Ryoichi, buenas tardes —Ryoichi Himura es el capitán del equipo de baseball, un año mayor que Etsuko, atractivo, popular, inteligente, atlético. ¡Dios! ¿Qué más puedes esperar de él? Es perfecto.

—Buenas tardes. ¡Oye! Ví cómo hacías ese mortal al aire. Eres realmente impresionante —el chico sonríe de lado. Etsuko se pone aún más nerviosa.

—Er... e-esto, mmmmm... g-gracias. ¡Qué amable! ¿Y-y cómo les va a ustedes en el equipo? —debido a la evidente diferencia de altura, Etsuko debe levantar considerablemente la mirada.

—Bastante bien a decir verdad. Tendremos un partido la próxima semana, así que estamos entrenando duro...

—¡Iré a verte! —la joven se sorprende al haber pronunciado tales palabras, pues fueron como un impulso. Se siente bastante avergonzada ahora, debe haber quedado como una ridícula.

—¿De verdad? —el chico se muestra emocionado.

—Etto... ¡sí! Iré y te apoyaré con todas mis fuerzas, lo prometo.

—Suena genial. Ahora tendré un motivo por el cual ganar —antes de que la castaña pudiera siquiera procesar lo antes dicho, el silbato del entrenador vuelve a sonar.

—¡Reúnanse, es hora de continuar!

—Debo irme, Etsuko. ¿Mañana también tienes práctica?

—Sí, así es.

—Entonces supongo que nos veremos mañana —el joven se junta con su grupo para seguir practicando. Las piernas de Etsuko comienzan a temblar de la alegría. A veces meter la pata te beneficia, después de todo...

☪❦❣ Lea Kudomi ☪❦❣

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