Capítulo III: El Fin de la Infancia

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El cielo se encontraba justo en ese punto en el que es más oscuro porque se acerca el amanecer. La luna comenzaba a esconderse y aún faltaba tiempo para que comenzase a despertar el sol. Ese punto de la noche en el que el silencio es ensordecedor y nada se mueve. Habían salido de entre los cadáveres amontonados en un silencio que acompañaba a la noche y sin mirarse los unos a los otros. Con un par de gestos de Garith se separaron por el pueblo para reconocer la zona y confirmar que no había rastro de los soldados ablios. Ni si quiera de ningún civil. El pueblo parecía aparentemente desierto. Se reunieron fuera de la plaza de nuevo. Ninguno miraba hacia el otro lado de la arcada que precedía a la plaza que sería la tumba de sus compañeros.

—No podemos quedarnos aquí más tiempo. —Dijo Kane con la voz grave.
—Lo sé. —Gruñó Garith mientras Lainmar le cambiaba la venda del ojo ahora ausente.
—Dadme un momento, nos marcharemos enseguida. —Dijo la elfa, sacando de su zurrón un pequeño bote de cristal. Lo abrió y volcó un poco de su contenido en la mano de Garith.— Mastícalo durante un buen rato. Cuando notes que la lengua se te empieza a dormir, escúpelo. —El sargento asintió y después se apretó la venda de la pierna.
—¿Podéis andar? —Preguntó Cedric.
—Sí. —Evidentemente al sargento no le gustaban esas preguntas, pero pareció darse cuenta de algo. Garith suspiró profundamente mientras se separaba de la pared en la que estaba apoyado, con un gruñido y la mano en el costado derecho.— Kane, muchacho. Estás al mando.
Cedric y Lainmar miraron a Garith sorprendidos. Oren miró a Kane con una sonrisa en los labios.
—¿Yo?
—Sí, ya me has oído, no estás sordo. Vamos. Salgamos de aquí.

Salieron del pueblo por una zona escondida y avanzaron en la noche que comenzaba a tocar su fin hacia el sur. Oren había comprobado el mapa antes de salir y aseguraba que faltaban bastantes kilómetros para llegar al punto final de su misión.
Caminaron separados unos metros unos de otros hasta que comenzó a salir el sol, entonces se detuvieron al escuchar un ruido a su espalda. Garith había caído de rodillas. Kane miró a su alrededor, se encontraban en una llanura, salvo por una pared de roca a su derecha. Oren y Lainmar corrieron a levantar al sargento.
—Oren, a la pared. —Dijo Kane mientras se retiraba con Cedric.
—Los caminos no son seguros Kane. —Dijo Oren ayudando a sentarse a Garith que evidentemente había perdido mucha sangre.— He estado pensando, el enemigo, sea el que sea, tendrá los mapas, Kane. Saquearán los cadáveres. No podemos seguir por los caminos principales.

Lainmar hizo beber al sargento un espeso líquido de una botella, y después sacó de su bolsa un pequeño paquetillo de tela que contenía un trozo de lo que parecía bizcocho de chocolate.
—Coma sargento, necesita azúcar. —La elfa percibió la mirada de sus compañeros.— Lo siento chicos, no hay suficiente...
—No, ¡no! Tranquila, es sólo que... —Cedric carraspeó.
—Lo sé, yo también mataría por pastelitos de canela en el salón de Vestgerne.
Oren apartó la mirada del bizcocho volviéndose hacia su amigo.
—Hay un pequeño bosque de árboles bajos cerca de aquí, lo recuerdo del mapa. Detrás hay una cueva, quizá podamos refugiarnos allí y repasar el plan. —Dijo Oren, concentrado.
—Bien, buena idea. —Kane miraba a Garith. No estaba seguro de que el sargento pudiera andar.
Garith, con su experiencia, detectó la mirada del joven Kane mientras hablaban del plan, pero antes de que pudiera asegurar que podía moverse Lainmar se levantó de su lado.
—Yo cargaré al sargento, esa cueva no está lejos.
—Bien. —Asintió Kane después de sopesar la decisión unos segundos.— Quizá debáis dejar el mandoble, sargento.
—Eso sólo muerto, Barragan, y aún no lo estoy.
Salieron del camino y siguieron avanzando. Oren a la cabeza, guiando y observando todo lo que tenía por delante y a sus lados. Unos veinte metros más atrás, en el centro de la columna, Cedric, con el mandoble del sargento, y tras él, Lainmar con Garith, cada uno de ellos controlando el entorno de un lado. A cuarenta metros, el último, avanzaba Kane, controlando la retaguardia.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2020 ⏰

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