Fallen
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Nueve meses después.Steve jadeó entre adolorido y asustado, el bebé nacería pronto...
-Ne... necesito... necesito irme...-
Le rogó a uno de los guardias armados, pero este simplemente no le hizo caso.
Su frente se perlo de sudor y su manos temblaron cuando una nueva contracción le sobrevino.
-Tú turno a un no termina! Largo, A trabajar!-
Steve era uno de los omegas que más clientes atraía y ahora que estaba en cinta parecía ser un trofeo bastante codiciado que había dejado cuantiosas sumas a su "dueño".
Pasados algunos minutos la contracción pasó y el rubio pudo caminar de vuelta a la barra donde Charlie le hizo un par de señas.
Charlie era el bartender quien se había vuelto su único amigo ahí.
-Ven aquí... -
En cuanto llego a la barra Charlie le embutió una cucharada llena de gel de sabor amargo a la boca.
-Trágatelo-
Le exigió y Steve solo pudo hacerle casa.
-Ahora sube al privado, te vas a desmayar en cinco minutos así que asegúrate de estar sentado... -
Charlie hablaba con rapidez mientras le secaba la frente con el mismo paño con el que había estado limpiando los vasos de cristal.
-Pero...-
-El bebé va a estar bien... ahora ve!-
Steve asintió sin tener otra opción más que confiar en Charlie.
Subir esos escalones fue un esfuerzo titánico pero cuando llegó arriba compuso su mejor sonrisa para ir a sentarse al regazo de uno de los "mejores" clientes del lugar quien le recibió con una sonrisa.
El vientre de Steve era demasiado pequeño para gestar un bebé de nueve meses así que muchos incluido su jefe aún creían que era capaz de satisfacer las sucias fantasías de todos esos cerdos que iban al tugurio aquel.
Steve solo tuvo tiempo de acomodarse cuando el gel hizo efecto haciéndole perder la conciencia.
El hombre gritó enojado y un par de guardias subieron para sacarle al rubio de encima.
-CHARLIE! Llévatelo abajo!-
Grito Randall, el jefe y Charlie de inmediato tomó a Steve en brazos para llevarlo a su habitación en el sótano.
*****
-Steve... vamos despierta-
Charlie le dio un par golpes en las mejillas y Steve finalmente pareció comenzar a recobrar la conciencia.
-Espabila Steve! -
El rubio intentó incorporarse pero el dolor le hizo gritar, estaba desorientado y no sabía lo que sucedía pero si que sabía que dolía, aquello dolía...
Como un relámpago le vinieron de golpe los recuerdos y asustado de llevo las manos al vientre, su vientre crecido y ahora duro como una sandía.
-El canal ya se formo y el bebé va a nacer, así que necesito que te prepares para pujar-
Steve negó desesperado, apenas se había dado cuenta de que estaba desnudo de la cintura para abajo y que Charlie estaba entre sus piernas.
Aquello no podía estar pasando, aquello era un sueño, una pesadilla...
Estaba por tener un bebé de un maldito agente de shield que le había forzado en medio de un horrible tugurio donde se prostituia para poder vivir.
La siguiente contracción le hizo apretar los dientes las ganas de pujar fueron irrefrenables y el piso bajo su cuerpo se manchó de sangre, de placenta y de vida cuando el cachorrito se abrió paso por su cuerpo.
Alguna vez había soñado con tener un bebé, pero nunca así... nunca así...
Cansado se dejó caer sobre su espalda sintiendo como su cuerpo ahora algo vacío se rendía agotado.
Un par de lágrimas silenciosas rodaron por sus mejillas cuando el llanto agudo rompió el silencio del lugar.
-Llévatelo... sácalo de aquí...-
Le suplico a Charlie con la voz apagada y el corazón pesado.
Charlie era su amigo y era un empleado... el podía entrar y salir de ahí con facilidad... no como él.
-¿Que?... ¿Por qué?...-
-Porque aquí solo tendrá miseria, este no es lugar para un cachorro y yo no puedo darle la vida que merece...-
Charlie se quedó en silencio arrullando al cachorrito entre sus brazos. Entendía al rubio... si que lo hacía...
-No puedo... no puedo llevármelo, sabes que no sobreviviría sin ti... los cachorros necesitan a su mamá...-
Charlie terminó de limpiar al bebé antes de pasárselo al rubio quien de inmediato lo recibió entre sus brazos.
Eran tan pequeñito, incluso más pequeño de lo que se supone debería ser un bebé recién nacido.
La pelucita castaña en su cabeza y sus enormes ojos chocolate le hicieron sonreír y llorar al mismo tiempo.
La pequeña manita atrapó su dedo y Steve supo que ya no había retorno, ya no podría dejarlo ir...
-Hola Peter...-
Susurro bajito y Charlie sonrió mientras limpiaba al rubio. El canal de parto cerraría en un par de horas, los omegas hombres parían a través de un canal que se abría entre el ano y el perineo.
Me encargaré de que no tengas que trabajar por un par de horas... esos cerdos te matarán si tienes sexo en este estado.
Charlie torció el gesto en desagrado. Tenía que inventarse algo muy bueno si quería salvar al rubio.
-Steve... ¿no tienes amigos? ¿Alguien quien te aprecie al otro lado?-
Steve no dudó ni un segundo antes de negar.
-No...-
-¿Que hay de Iron man?-
-¿Tony? -
La mirada de Steve se empañó pero intentó disimularlo acomodando al bebé sobre su pecho, sus pezones supuraron leche ante el olorcito del cachorro y el rubio solo tuvo que levantar su playera y acomodarle para que la leche llenara la pequeña boquita del bebé quien se agarró al pezon a fuerza de instinto.
-Tony fue el de la idea de que este sería un castigo ejemplar...-
Murmuro con amargura. Su sentencia había sido firmada por el nuevo director de shield Tony Stark y Steve había sentido su corazón romperse al leer aquello.
Pero supuso que ese era el precio de la tradición.
🕊🕊🕊🕊🕊Esto va a ser una historia corta 😉
Gracias por leer!
Poppy 🌻