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Narrador Omnisciente.

Jack miró ansioso la casa, la cual estaba en completo silencio. Mientras que todas las luces estaban apagadas y lo único que lograba alumbrar eras algunas velas sobre la mesa del comedor, la cual estaba perfectamente decorada con un mantel rojo.

Había planeado aquel momento toda la semana, y hoy, que era el día en que Elsa salía temprano del trabajo y sus hijos asistirían a una fiesta de piscina, era el día indicado para hacerlo.

Había cocinado una lasaña, ya que era una de las comidas favoritas de Elsa. Y a la vez, se había asegurado de conseguir el vino que sirvieron en su boda, hace ya más de quince años.

-. Jack, tranquilo ¿si? Yo iré por los chicos en unas horas.- intentó tranquilizarlo Punzie, pero su hermana estaba siendo muy obstinado.

-. Es que, joder. Enserio quiero que esta cena termine bien...- hizo una mueca, revisando nuevamente la lasaña en el horno, por quinta vez en menos de cinco minutos.

-. Y así será, Jackson. Pero juro que si no dejas en paz esa estúpida lasaña voy a ir y te golpearé.- lo miró mal, mientras podía oírse la risa de Hiccup de fondo. Jack terminó por salir de la cocina y asentir.

-. Bien. Pero prométeme que no traerás a los niños ni llamaras a menos que uno de mis hijos se haya roto un hueso o mis bebes vuelvan sin imen.- Rapunzel rió y asintió, antes de colgarle a su exagerado hermano.

-. Déjame adivinar...- la miró Hiccup.- ¿Jack está de los nervios y se está desquitando con nosotros?.- sonrió divertido, a lo que Punzie asintió y negó a la vez.

-. Conmigo y la lasaña.- ambos rieron.

-. ¿Qué dices si mientras nuestros hijos se dirvierten en esa fiesta, nosotros nos divertimos viendo unas pelis.- le sonrió de lado, mientras acariciaba su panza de ya cinco meses. Punzie asintió repetidas veces y pronto ambos ya estaban acomodados en el sofá.

Jack por otro lado estaba sentado en el sofá, pero de los nervios no podía dejar de ver su móvil y la puerta principal. Veía cómo quedaban tan solo algunos minutos para que Elsa llegara, y él ya estaba en smoking.

Estaba todo preparado. Punzie le había escrito hace diez minutos avisándole que los chicos ya estaban con ella, y que no se preocupara por nada más excepto de no quemar la comida. Aunque ambos sabían que eso no pasaría, pues Jack era bastante bueno en la cocina.

Afuera de la casa se pudo oír el ruido de una puerta de coche siendo cerrada, junto a la alarma de bloqueo. Sabía que ella era Elsa, pues las luces del auto se proyectaron a través de la ventana que daba hacía el jardín principal, donde siempre estacionaban sus autos. Escasos segundos después, la cerradura de la puerta se desbloqueó y Elsa entró en su hogar.

Frunció el ceño al notar todo apagado, y se preguntó si Jack estaba o no en casa. Aunque Punzie se lo había confirmado camino hacia acá.

Dejó su chaqueta colgada junto a su bolso y luego de cerrar la puerta principal de su casa, guardó las llaves y comenzó a caminar en dirección a su cuarto.

Con forme avanzaba, la luz tenue de las velas se hizo notar, dejando a la vista todo lo que Jack tenía preparado. Elsa abrió sus ojos como plato y de forma inconsciente cubrió su rostro completamente enrojecido.

¿En serio lo había hecho para ella?
No podía dejar de preguntarse aquello, mientras veía la mesa decorada de forma simétrica con las velas al estilo clásico, mientras que los utensilios eran los costosos que habían utilizado en su boda.

-. ¿Jack, que es...?.- intentó articular, pero las palabras no salían de su garganta por el asombro y nerviosismo que sentía. Al instante lo recordó

Que aquella forma, hace más de quince años le había propuesto matrimonio.
En aquel departamento donde todo comenzó, en el cual pasaron más de un año viviendo antes de enterarse de la existencia de Klaus y su boda. Estaba retratando su cena.

-. No era necesario...- le dijo Elsa, mientras Jack la ayudaba a sentarse acomodando su silla.

-. Claro que lo es, Amor. Te mereces esto y mucho más.- le sonrió de lado, antes de dejar un beso sobre sus labios. Elsa le correspondió y luego de separarse, Jack se dirigió a la cocina por la comida.

Elsa miró a su alrededor aún incrédula de la situación. ¿Había hecho todo esto de la nada? ¿Sin razón alguna? De cierta forma, una parte de ella sabía que había una razón, pero no le preguntaría hasta que la cena acabara.

Jack llegó con la lasaña ya servida en su plato, mientras que en su otra mano traía aquella botella de vino tinto que había estado junto a la chimenea para que fermentara. Elsa sonrió ampliamente al notar la marca y el año.

-. Si que te estás esforzando, Frost.- rió para sí misma, antes de probar la comida. Jack se encogió de hombros mirándola.

-. Tan solo te estoy demostrando cuanto me importas.- se encogió de hombro, sirviéndole del vino en su copa. Elsa asintió llevando su mano hasta la que Jack tenía libre, entrelazándolas.

Pasaron los primeros quince minutos de la cena hablando sobre su día, Jack mostrando un completo interés en sus palabras, mientras ella le contaba sobre la cita con su Psiquiatra y luego su corta visita a la casa de Anna. Una vez Elsa terminó de hablar Jack siguió, siendo el centro de atención de la platinada.

Así estuvieron hasta que la comida en sus platos acabó y la botella de vino ya estaba casi vacía. Fue cuando Jackson supo que debía revelar el propósito de esta cena.

-. Elsa...- alzó levemente su voz, llamando su atención nuevamente.- debo confesar que la cena tiene un motivo.

Elsa sonrió de lado, confirmando sus sospechas y dejando en revelación cuanto lo conocía.

-. Lo sé, me lo supuse.- murmuró, antes de que Jack volviera a retomar la palabra.

-. Hace meses que eh estado pensando en esto, en preguntártelo, pero sentía que aún no estaba listo, y sobre todo que aún no estaba toda la confianza en nuestra relación.- hizo una mueca, acomodándose su corbata nervioso.- pero ahora, que hemos logrado avanzar y suspirar todo casi por completo, siento que es el momento perfecto para hacerlo.

Elsa frunció el ceño viéndolo levemente confundida. ¿Que era lo tan importante que debía confesarle? ¿Acaso había otro amorío oculto de hace algunos años?.
Los nervios de Elsa crecieron notablemente, al punto en el que Jack los notó.

-. Elizabeth Haddock Arendell...- se enderezó de la mesa para caminar hasta su lado y tomar sus manos, las cuales estaban sobre su regazo.- ¿quieres casarte nuevamente conmigo?

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HOLAAAAAAAAA

Espero estén muy bien y tambien espero que no me odien por dejarlos así 😂🥺

Voten y comenten qué tal les pareció la sorpresa de Jack, y recuerden que pueden seguirme para saber más sobre esta y otras de mis historias actuales y próximas🤩

Los amooooooooooooooooo❤️💛❤️💛

Byeeeeeeeeeeee

𝕮𝖔𝖓 𝖈𝖔𝖒𝖕𝖗𝖔𝖒𝖎𝖘𝖔 (JELSA) (+18) ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora