30

437 40 18
                                    

Narrador Omnisciente.

Todo en la casa Frost era un completo caos, y no solo porque la boda de Elsa y Jackson se acercara cada vez más, sino que también la próxima llegada del nuevo integrante de la familia.

-. ¡Aiden, por Dios! ¡No dejes a tu madre cargando eso!.- lo regañó Hiccup, acercándose rápidamente a su esposa, la cual venía con una pequeña bandeja entre sus manos, la cual a penas llevaba unos cuantos vasos llenos de algo que parecía gaseosa. La rubia rodó los ojos bufando.

-. Por favor, Hiccup. Estoy embarazada, no discapacitada.- lo miró mal, rodeándolo con la bandeja aún en sus manos. A los segundos la dejó sobre la gran mesa de centro que había en casa de la Colorina presente.

-. ¿Cuánto creen que tarden en llegar?.- preguntó El albino, viendo su reloj de forma nerviosa. Elsa rió al verlo tan preocupado.

-. Amor, ellos están bien. Recuerda, son nuestros hijos.- lo miró con un toque de diversión, logrando que él sonriera.

-. Tienes razón, pero me preocupa Melanie...- hizo una mueca nuevamente, logrando que todos los presentes lo imitaran.

-. Sigo sin creer como alguien puede rechazar a una chica como ella. Tendría que ser la mismísima Marilyn Monroe para hacer algo así.- murmuró Kristoff, el cual estaba de pie a escasos metros de ellos, dándole de comer a su pequeño hijo, Jamie.

-. A mi me sorprende que se digne a hablarnos luego de humillarla de esa forma, y de él ser humillado por ella.- rodó los ojos Blair, bebiendo de su bebida molesta.

-. Son adolescentes, comenten errores. Uno nunca sabe, quizás Aiden o Klaus terminen haciendo lo mismo con una chica y nosotros aquí insultando al chico.- se encogió de hombros La platinada, logrando ganarse una mala mirada de su sobrina y esposo.

-. Yo nunca seria así. Nunca lo eh sido y tampoco tengo pensado ir por la vida humillando a personas que no se lo merecen.- sonrió de lado, viendo cómo su padre asentía orgulloso.

-. No puedo creer que sigas defendiéndolo. Melanie le entregó todo y él la mandó a la misma mierda.- gruñó Jack, cruzándose de brazos. Elsa rodó los ojos.

-. Si. Al igual que como yo te entregué todo y te fuiste hace años, o cuando me engañaste hace casi un año.- rió viéndolo.- no seas hipócrita, cariño.

Pronto decidieron cambiar de tema, ya que no querían que ellos dos comenzaran una pelea sobre un tema que ni siquiera les incumbía a ambos.

Por otro lado, en el estacionamiento de la casa se encontraba un auto aparcado, con gente dentro de él desde hace casi diez minutos, pero que aún no parecían querer bajar.

-. Oh vamos, ¿vas a seguir?.- rodó los ojos Klaus al ver cómo su hermana menor hacia un puchero.

-. Si. Se supone que cuando uno tiene el corazón roto deben complacerlo ¡compláceme!.- exigió la platinada viendo divertida a su hermano, mientras Milie disfrutaba la escena en los asientos traseros junto a Erika y Scott.

-. No te daré. Si papá o mamá te descubren me asesinan.- volvió a negarse, logrando que Melanie rodara los ojos. Scott se encogió de hombros.

-. Ya deja que pruebe. Dicen que una jalada ayuda para un corazón roto.- intentó animar a su mejor amigo, pero Klaus seguía con su misma expresión.-... A parte tus abuelos están de visita, y ellos siguen creyendo que tú pobre hermanita tiene novio.

Rápidamente Klaus y Melanie bufaron, logrando que Él albino cediera y dejara que su hermana probara un poco de lo que parecía ser un cigarrillo poco convencional.

𝕮𝖔𝖓 𝖈𝖔𝖒𝖕𝖗𝖔𝖒𝖎𝖘𝖔 (JELSA) (+18) ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora