Un futuro diferente

Encuentro familiar y sello maldito

Naruto sabía que lo que hiso en el sello maldito de Sasuke sería momentáneo, pero lo soportaría, al menos hasta que el rompiera su propio sello, a su parecer ya era el momento de librar a Kurama por lo menos, ya que el resto de sus amigos bijuus eran retenidos por otros sellos, al parecer el sabio lo hizo así para que él pueda adaptarse a el poder de todos los bijuus, por lo que le había puesto un sello para cada bijuu y dependiendo del crecimiento de su fuerza podía ir abriendo los sellos. Se había encargado también de crear cinco clones de sangre, ya que necesitaba cuatro para que formaran una barrera que ocultara su chakra además de que sería muy útil para repeler a Orochimaru por si este hacia aparición antes de tiempo, y el clon faltante lo reemplazaría entre los nueve novatos, pues Kakashi se había encargado de una coartada para Sasuke;

Por lo que ahora se encontraba en una habitación sellada en la torre del bosque de la muerte con sellos pintados entorno a la habitación para que no entraran intrusos, mientras se había sumergido en meditación para romper el sello de Kurama; por lo que ahora recorría su espacio mental hasta ir a la celda de su amigo de nueve colas.

—¡Hola Kurama! me extrañaste —dijo animado, en cuando llegó al sello.

—¡Te estabas tardando Naruto! ya me estaba aburriendo aquí encerrado, ya quiero estirar las patas—dijo Kurama divertido.

—Lo prometido es deuda amigo—dijo Naruto quien se acercó en donde estaba el Genki sello y lo estaba retirando cuando alguien tomo su mano deteniéndolo. En su espacio mental apareció un hombre rubio de unos veinte y tantos años, de ojos azules como los suyos con una capa en la que se leía cuarto. Naruto alzo la mirada hacia la persona que lo había detenido y dijo

—¡Hola papá! —dijo Naruto sonriendo feliz de encontrarse con su padre de nuevo, tanto que se lanzó a abrazar a su padre. Minato estaba tan sorprendido que sólo atinó a devolverle el abrazo a su hijo y sonriendo con calidez; no esperaba tal recibimiento de su hijo.
—¡Naruto! ¿Como? —El cuarto Hokage no entendía lo que estaba pensando. —¿Qué piensas hacer al romper el sello? ¡¿Sabes las consecuencias que esto traería para la aldea?! ¡¿En qué estás pensando Naruto?!—dijo Minato con reproche.
—¡Cálmate papá!, Kurama jamás me dañaría, además, debería traer a mamá para que se una a la conversación, ¡tengo muchas cosas que contarle! A ambos—dijo Naruto feliz de volver a ver a sus padres.

—El gaki tiene razón Minato, además Kushina se molestará contigo si no se entera de esto—dijo Kurama burlesco mientras se carcajeaba al ver la cara pálida de Minato al imaginar a Kushina molesta con él.

—De acuerdo Naruto confiare en tu decisión —dijo Minato mirando a su hijo con cariño, junto las palmas de las manos creando una honda, y cuando esta concluyo, Kushina apareció confundida en el espacio mental de su hijo.

—¡Eh! ¿Dónde estoy? —dijo la pelirroja. Kushina que estaba de espaldas se volvió para encontrarse con su esposo y sorprendida dijo.

—¡Minato! ¿Qué está pasando? No había visto a Naruto ya que este se había adentrado a la jaula de Kurama para consultar que decirles a sus padres, este le aconsejo que solo revelara lo de Óbito, y de que eran del futuro, pero sin revelar demasiado. Minato iba a responder a la pregunta de esposa, pero no hiso falta.

—¡Hola mamá! ¡te estamos esperando! ¡De veras! —dijo Naruto enérgico. Kushina volvió la mirada hacia donde le hablaban y vio a un niño de unos once o doce años salir de una jaula, misma que reconoció como la del Kiuby.

—Na...Naruto—exclamo la Uzumaki con lágrimas en los ojos al reconocer a su hijo, corrió y lo envolvió en un abrazo que el devolvió mientras que ella entre lágrimas decía sollozando.

— ¡Mi niño!, mi pequeño Naruto, ¡Qué gran estas! ¡De veras! ¡Eres un calco de tu padre! ¿Dime como has estado? ¿Comes bien? ¿Tienes amigos? ¿Alguna chica que tenga tu corazón? —dijo Kushina de forma atropellada, mientras toma el rostro de su hijo entre sus manos analizándolo de un lado a otro.