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Termino de llenar la taza con agua caliente y esta enseguida empieza a tornarse oscura. Suspiro y cojo azúcar para salir de la cocina y meterme a la sala. Me acerco a _____ que no ha dejado de derramar lágrimas y le entrego la taza junto con la azúcar.

--Gracias-- susurra aspirando con fuerza para que sus mocos dejen de caer.

Suspiro de nuevo y le estiro un papel para que se limpie. Ella vuelve a agradecer y luego de ponerle azúcar a su te empieza a beberlo moderadamente. Sabía que su cuerpo había madurado, noté sus curvas la primer noche que la observe de lejos pero incluso en persona me sigue impresionando lo hermosa que está.

--¿Me dirás que haces aquí?-- pregunto al ver que ella abre la boca para hablar. No le daré la oportunidad de mencionar que vuelva, si lo hace, no creo poder resistirme. --¿Cómo es que diste conmigo?.

--Hace unos días encontré la cueva esa, escuché que querían llevarte con ellos al día siguiente así que... Aproveché esa información-- murmura sin despegar sus ojos de la taza. --¿Por qué aceptaste estar con ellos? Shota tienes qu...

--Bebe el te y vete ____, no tienes nada que hacer aquí-- ver como sus ojos vuelven a derramar lágrimas por culpa de mis palabras hace que mi pecho duela, pero no puedo permitir que ella se vea involucrada en todo este asunto.

--Sh... ota-- suelta entre gemidos por culpa del llanto. --Por favor... Por favor ya no.. Ya no me apartes... ¡Lo lamento... Fue todo... Mi culpa!-- termina hablando casi en gritos y su llanto se volvió mas fuerte y estruendoso.

Cierro los ojos dolido y me acerco a ella para agacharme y quedar cara a cara. Seco sus mejillas con mis dedos y en seguida la necesidad de probar sus labios me invade. No debería. Maldita sea sé que si la beso sólo empeorará la situación y le será mas difícil. Pero antes de poder alejarme ella me sujeta de la campera y me besa. Es un simple beso. Un toque de labios de lo más inocente. Pero sólo hizo falta eso para que mi cuerpo reaccione. Con desesperación acuno su rostro entre mis manos y acelero el beso jugando con nuestras lenguas. Cuando nos separamos ____ suelta un suspiro y me abraza. Su cuerpo aún tembloroso emana una calidez que me hacen sentir en casa. Ella me hace sentir querido y yo no supe verlo, tuve que arruinar todo con mis celos.

--Shota... Te prometo que ya n...

--Es hora de que vuelvas a casa-- le corto la oración y me separo de ella. --Te acompañaré hasta tu departamento así que deja de llorar-- pido volviendo a secar su mejillas.

En completo silencio salimos de mi cabaña y nos adentramos al bosque. Sólo bastaron quince minutos para ya estar en el centro de camino a su departamento. En ningún momento ninguno dijo nada, ni siquiera cuando pasamos por en frente de la cueva de Chiaki. Suspiro y paso ambas manos por mi rostro cuando nos topamos de frente con el edificio donde ____ vive. No me gusta la idea de alejarme de ella otra vez, pero de otro modo las cosas no saldrían bien. En mis planes no está entregarme y se podría decir que ahora el plan de Chiaki es mi boleto de libertad. Una libertad que voy a poder disfrutar con ____ en un futuro.

--Bueno y...

--¡Por favor pasa a tomar algo!-- pide haciendo una reverencia que me toma por sorpresa.

Estaba por negarme pero sus ojos suplicantes me convencieron de aceptar. Sólo será un vaso de agua y me iré. Asiento a su propuesta y ella con una sonrisa en su rostro me arrastra hasta el costado del edificio. Empezamos a subir por las escaleras de emergencia y una vez llegamos al quinto piso ella se mete por una ventana. Copio su acción y al entrar me encuentro con las catanas de ____ colgadas en la pared. Están envueltas en aquellas fundas que mande a hacer para ella lo cual me hace sonreír levemente.

--Lamento que tengamos que entrar así, en la puerta hay una cámara y no creo que sea buena idea que te vean-- comenta entrando a la cocina.

La sala de estar es lo suficientemente grande para dos personas. Del lado derecho, separado por una pequeña isla, está la cocina con una mesa de tamaño normal. Al fondo de la sala hay un pasillo, el cual supongo da al baño y a su cuarto, y del lado contrario se encuentra la entrada principal.

--Aquí tienes-- comenta con una sonrisa entregandome un vaso de cristal con agua fría.

Empiezo a beber tranquilamente sin querer moverme de mi lugar y miro disimuladamente como ____ se valancea levemente sobre sus pies mientras tararea una melodía. Tengo que irme, si sigo cerca de ella no sé cuanto tiempo mas podré aguantar las ganas de lanzarme a ella.

--¿Shota?.

--¿Mhn?-- murmuro clavando mis ojos en la pared de enfrente.

--¿Podrías... Quedarte hasta que me duerma?-- pide llamando mi atención.

Ha dejado de valancearse y juega nerviosamente con sus temblorosos dedos. Sus ojos están clavados en el suelo y aunque esté levemente inclinado aún logró apreciar un tierno sonrojo. Miro la hora en el reloj de pared y este marca las seis y siete de mañana. Asiento no muy seguro y ella completamente feliz me arrebata el vaso para dejarlo en la pequeña mesa y arrastrame hasta el pasillo. Pasa dos puertas y nos mete en la última. Enciende la luz de mesa dejándome apreciar una habitación de paredes lila pálido, una cama con colchas negras y algunos muebles típicos. Se acerca a la cama y de debajo de la almohada saca unas prendas.

--Iré a cambiarme puede ponerte cómodo en lo que vuelvo-- comenta sonriendo y sin más sale.

Me acerco a un escritorio con un espejo en él y veo que tiene una foto en una de las esquinas. En ella estamos ____ y yo. Recuerdo que la tomó luego de su recuperación de cuando la atacó un Nomu. Ella... Se realmente como una niña en esa foto.

--Estoy lista-- su repentina voz me sobresalta, pero no digo nada y me siento en un sofá individual que hay en una de las esquinas. --Buenas noches Shota-- murmura acercándose y dejando un casto beso en mis labios para seguido meterse a la cama.

Tal vez pasó una hora cuando ella ya había caído completamente dormida. Pero aún así me negaba a irme aún. Me levanto de mi lugar y me siento en la cama para admirar el rostro pacifico pacífico de ____ al dormir. Acaricio suavemente su mejilla y me inclinó para poder darle un beso, pero el sonido de la puerta principal siendo abierta me pone alerta. Salgo rápidamente por la ventana y me quedo ahí colgado esperando a que aquella persona aparezca para saber quién demonios se atreve a entrar al departamento de ____ así como así.

--¿Cariño?-- susurra el padre de ____ asomando la cabeza.

Al ver a su hija dormida entra y se sienta a su lado, justo donde estaba yo anteriormente. Acaricia su rostro y suelta un suspiro melancólico.

--Que descanses mi niña-- y luego de dejar un beso en su frente se va.

Cierro los ojos y me dejo caer para emprender viaje a mi cabaña. Me preocupa que ____ ahora se aparezca por allí cuando se le antoje. Siento que me voy a volver loco si esto sigue así.

...

No es fácil olvidar |Aizawa Shota y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora