Llevaba al rededor de una semana reuniéndome con una chica que acababa de conocer, se llama Natalia, es una piba que me cae re bien.
Justo ahorita estábamos tomando algo en una cafetería.
- Voy al baño - avisó antes de levantarse e ir hacia donde había dicho, agarre mi celular para revisar la historia que había subido Natalia en mi Instagram.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tengo que admitir que es re linda
『géиєѕιѕ ¢αѕтяσ』
- Uh, sos re pelotudo. - dije riéndome de Alejandro mientras tomaba de mi chocolate.
- Lo sé, mi amor, me lo decís a cada rato - dijo haciéndose el ofendido
- ¿Al final viene tu novio? - le pregunté codeándolo, amaba con mi vida molestar a Ale.
- Ya vas a comenzar. - me miró mal - No va a venir porque estamos pasando tiempo de mejores amigos vos y yo, tarada.
Así es, ahora consideraba a Alejandro como mi mejor amigo.
- Ay, con lo que me encanta verlos todos enamorados. - hice un puchero, él rodó los ojos.
- Che, ¿Y tu novio que onda? - preguntó metiéndose un puñado de pochoclos.
- Salió con una amiga. - dije poniendo atención nuevamente a la serie que estábamos viendo.
- ¿Y la conoces? - volteé a verlo.
- No, hace poco comenzó a hablar con ella. - dije de manera indiferente.
- Ah ya. - dijo, pero sabia que tenia más decir.
- ¿Tenés algo más que decir? - volteé a verlo.
- No, solo son cosas mías, yo que soy re tóxico nada más. - dijo encogiéndose de hombros.
- Dale, decime. - dije pausando la serie.
- Que tu novio es tremendo bombón,
cariño, deberías medio controlar las pibas con las que se junta, cualquiera podría hacerte la mala jugada, más si no te conocen. - se encogió de los hombros.
- Es que eso de controlar sus amistades no me gusta. - hice una mueca.
- Ósea, no que lo mega controles pero si que tengas cuidado con las pibas que se juntan con él. - agarro su celular.
- Lo consideraré. - dije poniéndole play a la serie, otra vez.
- Ya me aburrí. - dijo haciendo un puchero.
- Salgamos un rato si queres. - me estiré un poco para ponerme mis zapatillas.
- Dale. - dijo imitando mi acción.
Cuando estuvimos listos, agarre las llaves de la casa y salimos.
- ¿Vamos por helado? - le pregunté.
- Boluda, está haciendo frío, mejor vamos por un chocolate caliente o que se yo, algo caliente. - hizo un puchero mientras me miraba.
- Ugh, que aburrido que sos, salía mejor un helado con este frío. - hice un puchero también.
Llegamos a una cafetería que no quedaba muy lejos de mi casa, entramos mientras nos re cagabamos de risa porque Ale estaba intentando hacer un baile de TikTok en la calle y no podía.
- ¿Génesis? - escuche atrás de mi, al escuchar su voz sonreí, pero al voltearme la sonrisa se borró, mi autoestima al ver a esa piba se fue a la mierda.
- Hola Matu. - sonreí nuevamente, solo que esta vez no fue con tanta emoción como cuando escuche su voz.
- Ale. - Mateo alzo la mano en forma de saludo, se levantó de donde estaba sentado y vino hacia mí - Te ves hermosa como siempre, mi amor. - agarró mi cara entre sus mano y me besó.
- Tu igual te ves hermosa. - bromeé, rió y me dio un pequeño beso en la nariz.
- Vengan que les presento a mi amiga. - dijo con una gran sonrisa
- Solo pediremos lo que queremos tomar y vamos con ustedes. - dije acariciando su mejilla.
- Bueno, amor. - volvió a irse hacia donde estaba la chica.
- Boludo, es hermosa. - le dije a Alejandro mientras apoyaba mi cabeza en su hombro en forma de consolación.
- ¿Vos me estas cargando? - dijo con tono incrédulo.
- ¿Qué? - dije viendo el menú para pedir.
- Que sos tremendo bombón, no digo que ella no está linda, pero vos no tenes nada que envidiarle. - me pego un pequeño zape en la cabeza.
- Ale sos lo más. - lo abrace y le di un beso en la mejilla.
『мαтєσ ραℓα¢ισѕ 』
— ¿No te da celos que abrace y bese tanto a ese pibe? — preguntó Natalia
- No. - la miré.
- ¿Y eso? - frunció el ceño.
- Bueno, confió ciegamente en ella. - me encogí de hombros - Y él es gay.
Ella iba a decir algo pero justo llegaron Génesis y Ale.
- Hola, soy Alejandro. - dijo él presentándose mientras levantaba la mano.
- Yo soy Génesis - dijo con la cabeza agachada mientras veía sus manos.
- Mucho gusto, soy Natalia, pueden decirme como quieran. - contestó mi amiga con una gran sonrisa.
Ale y ella comenzaron a hablar como si se conocieran de años atrás, mientras que yo a veces hablaba, y mi novia parecía estar en otro mundo.
- Che Génesis, se me fue decirte que me encanta como te vestís. - dijo Nata al darse cuenta de que Génesis estaba demasiado callada, cuando claramente yo le había dicho que a mi novia le gustaba hablar mucho, más con personas cercanas a mí.
- Sos una linda, a mi igual me gusta como te vestís. - dijo sonriéndole.