Era un Domingo tranquilo, con el sol en su máximo esplendor, un día adecuado para que las familias y parejas salieran a dar un paseo por los alrededores. Y en efecto, la gente estaba disfrutando del clima, caminando de la mano, jugando bromeando y riendo, pero a excepción de la mayoría de estas personas, se encontraba un niño pequeño, tenía el cabello rubio cenizo, ojos hermosos que contaban con pupilas de color rubí, una bella sonrisa, esta pequeña criatura de nombre katsuki Bakugo llevaba horas golpeando un árbol con sus pequeñas manos (F por el árbol).
–¡Ah! ¡Tonto tonto árbol!— decía el pequeño rubio enojado mientras le proporcionaba más puñetazos, sus golpes parecían no hacer ningún efecto en el árbol porque después de todo es un niño contra un gran árbol xd. Cada vez el pequeño Katsuki incrementaba su fuerza al dar golpes a dicho árbol, lastimosamente esos golpes lo lastimaban más a él que a su "rival", esto lo frustraba así que solo fue emitiendo pequeñas groserías en contra del enorme árbol (imagínense que el árbol estaba mamadisimo).
Aunque llamaba la atención de los transeúntes, causandoles gracia y ternura el ver a un niño tan pequeño estar "peleando" con un árbol enorme, entre todas las personas también llamó la atención de una pequeña castaña que tenía unos ojos grandes y de color chocolate, con mejillas de un tono rosa y una amplia y adorable sonrisa llena de inocencia, dicha niña se llamaba Ochaco Uraraka, ella tenía la mirada puesta en aquel niño rubio desde hace unos minutos, la primera impresión no fue tan positiva ya que la pequeña pensaba que ese rubio era "torpe, tonto y agresivo", después de llevar tiempo observándolo tras una banca, llegó a enunciar con una risita una corta pero sincera frase.
–Que lindo y gracioso es... —pronunció mientras se tapaba la boca para no emitir algún ruido que llamará la atención de aquel niño. Pasados cinco minutos, la castaña se fijo que el muchacho rubio ya se había cansado y estaba descansando sentado bajo la sombra del mismo árbol que minutos atrás trataba de "destruir"
–Mmm... Iré a hablarle— decía Ochaco al salir de su escondite (recuerden que estaba tras una banca :v) y dirigirse a un paso algo timido y lento hacia el pequeño Katsuki, tenía una sonrisa sincera en el rostro, al llegar y estar frente al chico se detuvo de repente, hizo un salado que allá hacían y comenzó a hablarle con su vocesita tierna y alegre.
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Mi primer amor...
RomanceEsta historia se desarrolla entorno a dos jóvenes niños, una niña hermosa y tranquila llamada Ochaco y un niño travieso y berrinchudo con el nombre de Katsuki. ¿Qué sucederá con el pasar de los años? 💛🎶