Noviembre 8 del 2012

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Desastre, la cocina estaba hecha todo un desastre, había harina en el piso, ventanas y mesón, habían mínimo 5 huevos escurriendo por la puerta de la nevera y en la alacena, la leche no solamente estaba en el suelo sino que también escurría de tu ropa, tú expresión era neutra, y me mirabas de una forma penetrante, cómo si quisieras saber en qué pensaba, en esos momentos empecé a sentirme algo nervioso, nunca me habías mirado de esa forma tan intimidante, luego caminaste hacia mí y dijiste algo que no entendí muy bien *yo también tengo miedo, pero no quiero que ese miedo te arrastre con migo* y dicho esto saliste de la cocina como si nada, no sabía cómo interpretar tus palabras, la verdad era que no sabía si hablabas de la discusión que acabábamos de tener o si te habías dado cuenta de mis sentimientos, y es que vamos siempre fuiste tan trasparente con migo que una reacción así era más de lo que podía esperar, en esos momentos ni me acordé de por qué habíamos peleado, pero tenía el conocimiento de que algo estaba cambiando y que por mas que quisiera no estaba a mi alcance impedirlo.


Un Recuerdo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora