No puedo creer que enserio siguieras con tu decisión de abandonar el tratamiento, me siento tan impotente en estos momentos, se que soy egoísta pero no quiero que desaparezcas, hoy me dijiste que te vas a viajar, que no vas a cancelar tus planes y vas a recorrer el mundo mientras puedes y aunque me dolió, la sonrisa que me regalaste me motivo a apoyar tu decisión y entendí que no querías pasar el poco tiempo que te quedaba sufriendo, cuando me fui a despedir de ti en el aeropuerto seguía sin poder creer que existía la gran posibilidad de que jamás te volvería a ver, antes de abordar el avión me gritaste que me querías y que agradecidas el hecho de haberme conocido, luego me diste un fuerte abrazo de osos y te alejaste.
verte partir y luego contemplar el avión despegar y desaparecer en el cielo trajo de vuelta las pesadillas que había intentado reprimir en lo más profundo de mi ser, yo antes de verte partir aun conservaba la leve esperanza de que todo se solucionara, de que todo podía cambiar, no quería ser pesimista, pero cuando el avión se fue, mis esperanzas volaron con él y me derrumbe. Era fuerte solo para darte fuerzas, pero justo ahora creo que el que necesita fuerzas soy yo, perdóname por ser débil, perdóname por derrumbarme justo ahora, pero me permitiré ser débil mientras no estés, para poder darte fuerzas cuando regreses, si es que regresas.
