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Ven aquí, Gunnie...

Gun no perdió ni un segundo en tirarse a los brazos de Off, que lo recibió con un beso arrollador y un gruñido que vibró desde su pecho. Habían pasado mucho tiempo separados pero sus cuerpos recordaban lo que era estar juntos. Gun soltó pequeños quejidos cuando Off lo aprisionó de espaldas a la pared de baldosas. El agua que seguía cayendo sobre la espalda del alfa era un gran contraste con la calidez de la piel de Gun.

Off metió las manos debajo del suéter mojado y acarició la cintura del omega. La piel bajo sus manos seguía siendo suave y delicada.

—Voy a darte cinco segundos para escapar.

—Puedes darme la vida entera si quieres. Aun así, no me iría.

—¿Sabes cuánto te he extraño, Gunnie?—Off poseía su boca con absoluta desesperación. Gun levantó los brazos y prontos el suéter quedó olvidado, hecho una bolita de ropa mojada en el suelo de la ducha.—Tu piel se siente suave bajo mis manos.

—Extrañe mucho tus besos, Off.—Gun gimió cuando Off presionó su excitación contra la suya en un ritmo castigador, las manos del alfa recorrieron la pierna en la que tenía puesta la liga, un suspiro de satisfacción se escapó del alfa, Gun se humedeció los labios.—¿Vas a quitarla con tus dientes, alfa?

—¿Ya olvidaste como era?—Al omega se le erizó la piel ante ese tono de voz ronco.—¿Quién da las órdenes aquí, Gunnie?

—Puede que necesite que me lo recuerdes.

El alfa fue arrodillándose poco a poco, dejando tibios besos por su cuello, la barbilla, el torso, donde se demoró mordiendo ligeramente una tetilla a lo que el omega protestó, luego su lengua caliente bajó del hueco de su ombligo hasta el borde de los pequeños bóxeres negros con un encaje coqueto que el Omega se había puesto. Gun contuvo la respiración cuando las manos del alfa empezaron a bajarle un poco la ropa interior, lo suficiente para dejar expuesta su propia y rosada excitación. Jadeó cuando la boca de Off se posicionó en ese delicado lugar.—¡Que... Off... Ah!

Gun se inclinó hacia delante, la boca del alfa subía y bajaba, la sensación era más de lo que podía soportar. Y la succión que le daba antes de retirarse, lo volvía loco. Pero lo que terminó de matarlo fue cuando, aún con su boca sobre él, el alfa llevó sus manos a su trasero y obligó a Gun mover las caderas, mientras jugueteaba con su lubricada entrada e introducía dos dedos en su interior.

—¡Ay...por la luna, Off!—Gun chilló tratando de detenerse y alejarse, pero el alfa no lo dejo.—¡Espera... esto es... Creo que voy a... Off! ¡Ahhh!

Con un gemido lastimero Gun se corrió en la boca del alfa, que limpió con su lengua el chorro caliente y dulce sin quejarse. Dejó el pequeño glande de su omega brillante y rosado. Sonriendo con satisfacción, se levantó para ser recibido con más besos desesperados.

—Encontré la llave...—Murmuro sobre los labios rosados de Gun y aún con sus manos en las nalguitas del omega.—Se te pegó en la nalga derecha...

Gun sonrió mordiendo su lengua ante su travesura y se estiró en busca de otro beso, pero solo logró ser girado contra la pared. El alfa dejó caer la llave de la habitación, como un objeto ya sin importancia, y le ordenó que abriera las piernas. Gun se aferró a la barra metálica que estaba a un lado, buscando sostenerse, sus piernas estaban inestables ante el toque de Off. Era increíble como su cuerpo respondía al de su compañero, sabía que era necesitado para aliviar la fiebre del alfa y su lobo interior se rendía ante el control impuesto sobre él. Off bajó las manos y lo acarició entre las piernas mientras le mordisqueaba el cuello, Gun inclinó la cabeza hacia atrás, recostándose sobre el pecho de su alfa.

Chiquito, Bonito y Caprichoso ||OffGun|| (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora