Epílogo

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Algún tiempo en el futuro...

Cuando atravesó la puerta de la cafetería e hizo sonar la campanilla, todas las miradas viajaron al apuesto alfa de abrigo negro que había entrado. El cabello castaño y la sonrisa de dientes brillantes hicieron suspirar a más de un omega. Pero solo uno era el afortunado que acaparó su atención. El alfa no se molestó en quitarse el abrigo, solo se dirigió emocionado hasta una conocida mesa de la esquina en donde un omega estaba acomodando sus bolsas de compras.

—¡Gunnie!—El alfa tomó el pequeño rostro regordete de Gun entre sus manos y le dio un beso ansioso. Suspiró al sentir el sabor dulce de sus labios.—Te extrañé.

Gun se levantó para abrazarlo.

—¡Ya estás en casa!

—Si, amor.—Off tuvo cuidado de no presionar mucho la barriguita de su omega.—¿Cómo están? ¿Has tenido molestias?

—Nada fuera de lo normal. Náuseas y dolor de cabeza. Pero estaba a punto de desesperarme, anoche casi no pude dormir porque el olor en tu almohada se está desvaneciendo...—Gun hizo un puchero.—Ya no voy a dejar que el abuelo Wayar te mande de viaje nunca más.

—Ya no iré si ustedes no me pueden acompañar.—Off se agachó y le dio un sonoro beso en el vientre hinchado.—No quiero estar lejos de mis bebés.

Gun se cubrió el rostro, avergonzado, cuando las miradas curiosas se posaron en ellos.

—¡Basta! ¡Me haces cosquillas!

Off recolectó las bolsas de Gun y lo ayudo a salir de la cafetería.

—¿Qué tanto compraste esta vez?

—Solo algunos obsequios para Jia. Ella quería unas patines y calcetas rosas. Se las voy a dar en su fiesta de cumpleaños.

—Pensé que Joss la había castigado prohibiendo la fiesta.

—Todos sabemos que Joss hará la fiesta de igual manera. Nunca le niega nada a Jia si ella llora. Y créeme, un día antes va a llorar para convencerlo. Mantén tu celular a mano, te va a llamar para que le ayudes con el castillo inflable. Te lo aseguro.

—¿Entonces, patines y calcetas? Me parece que hay demasiadas bolsas para tan poco.

Gun se sonrojo.

—También hay algunas cosas para nuestro cachorro.—Gun se confesó culpable.—Bueno, hay muchas cosas para nuestro cachorro, en realidad. ¡Pero no me pude contener! ¡Solo mira estos zapatitos de charol! ¡Están hermosos!

Off moría de ternura al ver a su omega tan feliz y emocionado. No como él, que a pesar de estar feliz, sufría ataques cada vez que algo andaba mal. Gun estaba tomando el embarazo con calma, Off... estaba ansioso y preocupado todo el tiempo. Está vez, se aseguraría de estar al lado de Gun todo el tiempo para cuidarlo y mantenerlo en una burbuja de cristal.

—Off, tengo un antojo.

—¿Qué es ahora?

—Helado de fresa... ¡No, mejor de vainilla!... ¡No, no, no! ¡Ya sé! ¡Un cono waffle doble de chocolate y vainilla!

Con un enorme helado que apenas le cabía en las manos, a Gun se le antojó un paseo. Y no había nada a lo que Off pudiera negarse cuando se lo pedía con pucheros y abrazando ese adorable bultito que se cargaba en el vientre.

—¿Ya estás feliz?

—Mmmm.—Gun devoraba la cubierta del helado como si no hubiese un mañana.

—Despacio, Gunnie.

Un trozo de chocolate se le cayó al suelo.

—¡Ay, no!—Gun se apresuró a comer pero el helado terminó manchándole los dedos.—¡Auxilio, Papii! ¡Necesito una servilleta!

Off sacó un pañuelo de su bolsillo y le limpió las manos.

—Te dije que se iba a derretir antes de que pudieras acabártelo.

Gun sonrió cuando un recuerdo escondido en lo más profundo de su mente surgió de pronto mientras Off le ayudaba a limpiarse las manos.

—Es gracioso. Acabo de recordar algo.—Gun le dio a probar del helado.—¿Está rico, verdad?

—Si.—Off aprovecho y le robó un beso.—Nunca había probado nada más dulce en mi vida.

—¡Tonto!

—¿Qué fue lo que recordaste? ¿Algo bueno?

—Una vez, cuando tenía como seis años tropecé con un cachorro y le tiré su helado sin querer. Fue para la fiesta de aniversario del grupo Wayar. Yo iba corriendo, huyendo de Godji.—Gun suspiró.—Me sentí muy mal por él. ¿Sabes?

Off sintió que el corazón se le salía del pecho mientras lo escuchaba.

—Nani me venía persiguiendo y no me fijé por donde iba hasta que ambos estábamos en el suelo. ¡El otro cachorro era tan bonito que me cautivó al instante! Y no me gustó verlo triste cuando le tiré el helado, me sentí muy mal porque no parecía que pudiera comprarse otro.

Off tenía cerrada la garganta, su voz se escuchó más ronca de lo normal.

—¿Y qué hiciste?

—¿Tú qué crees?—Gun sonrió como el ángel que era.—Recuerdo perfectamente que lo arrastré a la cafetería de la empresa y le conseguí un cono a él y a su mamá. Aunque yo era pequeño, me dio pesar ver su ropita desgastada. Yo podía comer cientos de buenos helados al día, pero jamás olvidaré lo que sentí al ver su enorme sonrisa cuando le llevo el helado a su madre. Es curioso, ¿Sabes, Papii? Ahora no recuerdo su rostro, pero jamás olvidé lo mucho que me reconfortó hacerlo feliz. Ojalá haya crecido bien y ya no derrame más lágrimas. Y si lo hace, que sean de felicidad.

Off recordó todo perfectamente . Conocer a un pequeño cachorro castaño e intenso, que le regaló un delicioso helado, era lo único alegre que recordaba de ese fatídico día hace años.

—Jamás dejaré de agradecerle al destino que me haya dado a un ser tan maravilloso como pareja.—Off lo besó con todo el amor que le tenía.—¿Sabes lo mucho que te amo, verdad, Gunnie?

—Si, porque yo te amo igual. Y te amaré aún más el día de mañana. Y lo seguiré haciendo siempre.—Gun le devolvió el beso, pero se apartó cuando sintió las lágrimas de su alfa mojarle el rostro.—¿Por qué lloras?

Off abrazó a su omega, sus manos rodeando su vientre abultado, donde su cachorro crecía sano y protegido, sus sentidos llenándose de la calidez de su aroma y su corazón rebosante de alegría y agradecimientos.

Muchas cosas pasaron para que al fin pudieran estar aquí, juntos y felices contra el mundo. Quizás no todo fuera sencillo en la vida que les tocó, pero de una cosa estaba seguro, mientras se tuvieran el uno al otro, no había nada que juntos no pudieran superar.

—Es una historia hermosa.—Lo besó una vez más.—No creo que debas preocuparte por ese cachorro, apuesto a que es un hombre muy feliz. Inmensamente feliz.

FIN

~

Bueno gente, este libro ha llegado a su fin, pero no se desanimen, todavía tiene dos extras que subiré esta semana o la otra.

Respecto a la votación de la ultima actualización, por lo que conté, ganó el número dos por lo cual la siguiente historia se titula *redoble de tambores* ¡BABY CAKE!, más seguro la suba este fin de semana así que no se preocupen. 

Ahora quiero dejarles otra votación para la siguiente adaptación después de Baby Cake que son las dos historias que no ganaron :D Comenten en el título que más les llame la atención:

1: ¿Qué apostamos?

2: Babies for Gun   

❤🐢

Chiquito, Bonito y Caprichoso ||OffGun|| (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora