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𝟥𝟢.𝟢𝟥.𝟤𝟢 ✿
—un oso
miré al enorme animal que se encontraba comiendo algunas moras que estaban cerca de su casa, yo negué rápidamente con la cabeza, no me podía permitir tener de mascota a tal cosa.
—¿un caballo?
lo pensé un poco, igual molaría tener uno, pues servía hasta de transporte debido que en karmaland no se pueden comprar autos, pero recordé que son muy olorosos, así que rechacé aquella propuesta. —que no, chico
envolvió sus brazos en mi cintura, besó mi hombro, y suspiró en mi oreja mientras se dibujaba una sonrisa coqueta en su hombro.
raúl, eres un chico difícil.
—¿qué tal uno de esos dragones que salen de los huecos podridos?
—no
su lengua rozó finamente mis labios para envolver estos con los suyos, y bueno, yo cedí ante tanta sensualidad concentrada en su cuerpo. —¿de verdad no quieres uno?
creo no soy un chico difícil.
—vale, yo tengo uno en casa
—ya lo sé me guiñó un ojo de manera juguetona, y caminamos en dirección a mi casa.
tendríamos una linda mascota.
...
—¿señor?
ladeé mi cabeza, un poco intrigado ante su pregunta, pues no la conocía de nada para que me dirigiese la palabra así como así, pero al volver a tierra firme, recordé con quien estaba hablando, y era con uno de los trabajadores del local en donde me encontraba.
—como decía, aquí están los accesorios para hacer lucir a su bello perro
fruncí el ceño, eso no era lo que había pedido. —yo lo quiero ver mamadisímo, no bello —dije encogiéndome de hombros, ella me miró un poco enfadada, y cuando me iba a decir algo, salí corriendo en dirección a las armaduras para perros, pues molaban un huevo.
miré la etiqueta en cada una de las prendas, me sorprendí al ver el precio elevado de todas estas, por lo que hice vista gorda y disimulé mi escapada hacia la salida, pues me daba un poco de vergüenza haberme quedado media hora en este local para que al final no comprara nada y sólo le reventara las pelotas a los trabajadores.
