1- Desafío

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 6 meses atrás...

Jason Price fumaba en su cama mientras su esposo se daba una ducha luego de una noche más que caliente. Paris había estado inspirado. Jason desconocía el motivo, pero sin duda, había algo que lo había dejado más que estimulado para darle una follada dejándolo al borde del colapso.

Paris, salió de la ducha y se colocó frente al espejo para terminar de arreglarse y marcharse a la oficina. El bóxer azul marino marcando el enorme bulto mientras se miraba y se peinaba con sus dedos las puntas de los cabellos mojados.

—A ti te ha pasado algo ayer.—Paris se relamió los labios y arqueó una ceja.

—¿Por qué lo dices?

—¡Vamos! ¡Cuéntame! Quiero saber si ya la tienes.—El hombre se humedeció los labios. Era tan gracioso cuando Jason empezaba con sus ataques de curiosidad.

—Algo así...

—Paris...

—Ha ingresado hace un par de meses a la empresa. Morena, 30 años, la cosa más dulce e inocente que he visto en mi vida.

—¿Dulce e inocente? Bueno, ahora tienes toda mi atención.—El castaño se hizo hacia adelante haciendo una mueca de dolor al ponerse de pie.

—¿Qué te ocurre?

—Bastardo, ¿te das cuenta de que no voy a poder sentarme en lo que resta del día? —Paris hizo una mueca similar a una sonrisa.

—Hablas como si no fueras tú el que pides más, una y otra vez.

—¿Cuál sería el caso? Incluso cuanto te pido piedad ni siquiera me escuchas.

—No soy un sádico.

—No, eres mucho peor que eso a veces.—El silencio los embargó unos momentos. Paris se perfumaba.

—¿Y?

—¿Y qué?

—¿Cuándo la conoceré?—Paris se encogió de hombros.

—Cuando esté lista para nosotros.

—Bien, ¿y cuándo será eso?

—En el momento en que dejemos de pelear.

—¡Diablos!—Jason sonrió al ver la mirada depredadora de su esposo en el espejo—¿Un hueso duro de roer?

—Implacable, pero tú sabes...

—Sí, maldito fanfarrón. El último hombre que te cuestionó fue incapaz de caminar en una semana.

—Ya te he dicho que no te quejes, tú me provocaste esa vez también y te encantó.

—No voy a decir lo contrario. Aunque todavía me parece increíble haberme doblegado con tu actitud de mierda.

—Y aquí estamos. 5 años después...

—Los mejores de mi vida.—Jason caminó hacia su esposo, abrazándolo por detrás, dejando un dulce beso en su hombro, sus ojos verdes lo escrutaban.

—Te amo tanto ¿eres consciente de eso? —Paris dio media vuelta y capturó sus labios en un beso potente, para luego bajar a su mandíbula perfilada con sus labios entreabiertos.

—Y Yo a ti, sexy. Ahora, cuéntame, ¿cómo te ha ido a ti en la búsqueda?

—Bueno. Estoy varios pasos delante de ti.—Los ojos de Paris se abrieron con sorpresa, Jason pasaba su boca entreabierta por su garganta, causando un escalofrío.

—¿Cómo es?

—Simple y dulce.

—Nunca se tiene suficiente de eso ¿verdad?

—Te va a encantar...

—¿Ya le has contado sobre mí?

—Bueno—los ojos verdes fueron hacia arriba—,no precisamente.

—Jason...

—Ok. Tal vez... ella piensa que ¿soy soltero?—Paris negó, con su rostro endurecido.

—Sabes cómo es nuestro juego. No engañamos a la gente que invitamos a nuestra cama. Si esa chica acepta, debe conocer exactamente lo que va a encontrarse. Si tú de repente le creas una fantasía de príncipe azul vas a lastimarla. Y no dañamos a las personas, ¿entendido?

—¡Espera!—levantó las manos —. Ella no me dejaría acercarme de otro modo.

—Entonces, no está lista para nosotros y no es una candidata apropiada—replicó con dureza. Jason se mordió el labio inferior.

—¡Claro que sí! Es maravillosa, Paris. Es la pieza que le falta a nuestra relación para llevarla al cielo.

—No puede ser algo que desconoce. Ella cree que eres un sexy soltero heterosexual. Cuando se entere que su noviecito es, en realidad, un bisexual libidinoso que desea montarse un trio con ella y su marido saldrá huyendo.

—¡Ya! No te molestes.

—No me hagas enojar—añadió en tono seco—. Promete que le dirás la verdad.

—Está bien, lo intentaré.

—Más te vale hacer algo más que intentarlo, aunque ella no se compare con mi presa—. Jason se mordió el labio inferior y esta vez sonrió. Paris la tenía muy seguro y eso era excitante.

—¿En serio?—Paris le dio una sonrisa ladeada y se humedeció los labios.

—Esperemos un tiempo más y veamos quien tiene la victoria.

El desafío era sencillo, cada uno debía buscar la pieza que completara su relación. No deseaban otro hombre. Con ellos, ya tenían suficiente. Sin embargo, siendo ambos bisexuales tuvieron en cuenta que una mujer equilibraría las cosas. En los 6 años que llevaban juntos habían disfrutado de decenas de experiencias con mujeres, pero ninguna había pasado más de 3 veces por su alcoba. Y los motivos eran varios. Ellas los tomaban como una simple fantasía del momento, o alguno de ellos se sentía incómodo durante los encuentros. No es que no tuvieran placer, lejos de eso. Sin embargo, carecían de algo, de eso que haría el sexo no solo fantástico sino sublime y encantador. Esta vez, ambos habían decidido buscar una candidata. Alguien que, más allá del aura de inocencia que debía tener, tuviera la audacia como para no amedrentarse cuando estuviera entre ellos. La búsqueda de Jason había resultado relativamente fácil mientras que la de Paris, era un verdadero desafío. Aun así, no iba a rendirse. Paris nunca dejaba escapar a su objetivo y mucho menos cuando se trataba de algo tan bello y que les daría todo lo que ambos buscaban.

Atracción Deseo y Caída - Gay y bisexual en español +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora