5- ¿Confías en mí?

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Alexia estaba sentada en su escritorio cuando Paris Giozza apareció en el departamento de diseño para hablar con su jefe.
Detrás de la computadora intentaba dilucidar lo que su director de área le decía al impresionante hombre, pero al parecer, estaba molesto. Sin embargo, de un momento a otro, sus ojos negros se posaron en ella.

«Te deseo».

Alexia esperaba que todo lo que las células de su cuerpo expresaban no se le notaran en su cara. Los labios del hombre se movieron para mencionar su nombre. Fue claro, y ella se puso de pie como un resorte.

Le hizo una seña. Fue tan simple como eso. Ella se puso a su lado y esperó sus órdenes. Su mente, de pronto se impregnó de una lujuria desbordante.

«Contrólate».

Alexia respiró, intentó que sus nervios no la hicieran cometer una tontería ¡Diablos! Ella estaba allí y esperaba órdenes de ese hombre, todo lo que él deseara, cómo y dónde lo deseara. Así mismo, Alexia sentía que no era ella misma al lado de Paris, solo una actriz de películas para adultos haciendo un pésimo papel con el único objetivo de tenerlo entre sus piernas.

—Vamos a mi oficina—susurró cerca de ella y Alexia se estremeció.

Este hombre estaba a punto de provocarle un orgasmo solo con su mirada, sin embargo, ella se concentró y fue más allá. A esa mueca angustiosa y minúscula. Una décima de segundo, Paris no estaba bien. Algo le quitaba la paz y, sobre todo, el control, cosa que al parecer no podía perder en ningún momento.

Alexia lo siguió en silencio hasta su oficina.

—Por favor, toma asiento.

Y allí estaba de nuevo, en el mismo lugar frente al escrutinio de su encantador jefe.

—¿Cómo te está yendo?

—Estoy trabajando en unos nuevos diseños.

—Bien...

—Creo que estos le agrad... Quiero decir, personalmente, me gustan mucho todavía falta, pero...

—Está claro que son mejores.

—¿Cómo lo sabe?

—Porque tu forma de hablar ha cambiado...

—Espero alguna vez desarrollar ese nivel de percepción.

—Tú eres muy perceptiva.—Paris se sentó en el cómodo sillón, y apoyó sus antebrazos sobre el escritorio.

—Le agradezco—se humedeció los labios—, pero no me ha traído para hablar aquí sobre mi percepción, ¿verdad?

—Por supuesto que no.—Se quitó el saco gris quedando con una camisa azul.

Alexia entreabrió los labios y luego se relamió el inferior. A este hombre le gustaba provocarla, lo pensó una y otra vez mientras sus ojos recorrían el musculoso brazo hasta llegar a su rostro. Paris la estaba mirando. De inmediato Alexia bajó la mirada, sus mejillas tomaron un color rojizo.

Paris la examinó con detenimiento y apretó el escritorio con su mano. Estaba casi lista para jugar su juego, pero, por ahora, no era eso lo que le pediría sino algo mucho más arriesgado.

—¿Qué tanto sabes de Clive Carson?

—¿Su competidor? ¿Básicamente? Un imitador.—Paris le dio una sonrisa ladeada.

—Quisiera más empleados como tú.

—¿Honestos?

—Sagaces—Alexia no pudo evitar sonreír con timidez—¿Has visto su nueva línea?

Atracción Deseo y Caída - Gay y bisexual en español +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora