Las venas abiertas de la red

Capitulo 4 Ghost Rider

Yusaku Fujiki se sentía perdido. Sentía que iba perdiendo el control en su vida. Como si llevara mucho tiempo desconectado de la realidad y apenas iba dándose cuenta de donde estaban. 

Estuvo trabajando todo un año tratando de encontrar a Ai.  Sabía que nadie lo extrañaría, que nadie se preocuparía por su inesperada ausencia mientras él emprendía su viaje. Grande fue su desconcierto en el momento que Ai despertó y recrimino su acción, señalándolo de egoísta. 

Sin embargo Ai tenía que saber que esa fue su decisión, el no quería sus conexiones si el no estaba con él. Tenía que comprender que él era importante en su vida y simplemente no podía dejarlo ir. 

No había sentido mucho dolor cuando lo vio desaparecer entre sus brazos y tener aquel cascarón vació sin la inteligencia en sus manos luego de salir de la red.  Se había mantenido mucho tiempo llorando por la muerte de su compañero esa mañana donde el sol iba saliendo del horizonte, como si se burlara de su desgracia, marcando el inicio de su vida sin el ignis oscuro.

Le tomo tiempo pero luego de tranquilizarse, se replanteó sus propósitos y comenzó su travesía a través de la red. Fue un camino muy largo donde estuvo explorando los rincones más profundos de la Internet, buscando algún rastro del código ignis. Aquello lo llevó a los lugares más recónditos que ni la imaginación humana se hubiera esperado ver.

Obviamente hubo ocasiones en las que la deserción y la desesperación lo carcomían sin embargo todas las semanas ausentes finalmente comenzaron a dar frutos cuando encontró pequeños rastros del código ignis que conciencian perfectamente con los datos de Ai.  Fue un camino muy largo  que le tomo un año de su vida hallar los datos de Ai y comenzar su reconstrucción. 

"Todo valió la pena" Se decía en cada momento.

No obstante cuando este despertó y comenzó a regañarlo, después de mucho tiempo, comenzó a dudar por sus acciones. 

Nunca se espero que Ai  lo recriminará y  lo llevara a la causa de sus desiciones en primer lugar. Ver todas las simulaciones le hicieron sentirse enfermo. Ver aquel deprimente escenario y la muerte de todos sus aliados fue muy dolorosa, como Ai torturaba a sus amigos hasta la muerte fue algo que nunca se imagino, sin embargo aun con eso, él no podía dejar atrás a Ai. Era su compañero, su amigo. No podía  dejarlo abandonado solo para seguir adelante. 

En todo ese tiempo, La relación entre ambos era tensa y aunque veces Ai se transportaba en el disco de duelo, otras en un androide SOL y compartían algunas opiniones, la inteligencia se mostraba renuente a reanudar su antigua amistad con su origen. Le había dicho que solo volverían a ser lo de antes hasta que finalmente se decidiera salir de su caparazón. 

Desde cuando los papeles se invirtieron y él era el chico de los problemas.

Por si fuera poco, no fue hasta hace unas semanas atrás que las cosas comenzaron a complicarse. La primera vez fue en esa ocasión donde se conectó después de mucho tiempo a Vrains y casi se topa con su viejo enemigo y ahora protector, Revolver.

Apenas tuvo tiempo para cambiar de avatar, no así las características de su disco de duelo, fue una suerte que el hackers confundiera el modelo de su disk con algún holograma, que se había puesto de moda, gracias a sus duelos contra sus enemigos, y lo dejara ir sin cuestionarlo.

Con la poca interacción de aquella vez, miró como su antiguo enemigo se mostraba un poco ausente. Llegándose a disculpar con el sin que se detuviera a pensar que probablemente era la persona que pensaba al frente de él.

Después fue el breve encuentro entre las dos IA y ellos. Por un instante tuvo miedo de que Revolver reaccionara de forma  hostil y renuente por la presencia de Ai, sin embargo fue todo lo contrario, no solo lo ignoró a él y al ignis. Mostraba preocupación por la IA femenino y lo dejo irse.