Finales e inicios

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Las luces neones cubrían todo el salón. las fuertes melodía invitaban al público a apoderarse de la pista de baile y mostrar sus mejores pasos. La música estaba a todo volumen y las personas no dejaban de moverse a su ritmo.  

En medio de la pista donde hombres y mujeres restregaban sus cuerpos al compás de la música, el calor y olor a sudor en la pista inundaban todo el lugar con su aroma. Mientras todo eso pasaba, ajenos a todo el espectáculo tres hombres hablaban entre ellos mismos, compartiendo viejas anécdotas donde recordaban los buenos tiempo. No podían dejar atrás la añoranza de haber pertenecido a los caballeros de Hanoi hace algunos años atrás y la melancolía que les causaba. 

Aquellos tiempos donde eran temidos como respetador por los usuarios de Vrains y la red profunda. La emoción y excitación al poder sobre el mundo laberíntico era una sensación muy adictiva, que era muy díficil de olvidar. Sintiendo una gran decepción cuando el actual líder de la organización cambio radicalmente todo el sistema, conservó la IA que creo y los despidió a todos. Fue una mera coincidencia para ellos tres se hayan conocido luego de estar probando por las nuevas secciones que iban desarrollando el corporativo tecnológico.

Desde en cuando se reúnen en puntos específicos de Vrains para hablar de su pasado en común en Hanoi, y los deseos que que vuelva a ser lo de antes. Otras veces solo para pasar el rato, tal vez como era ese momento, luego de ingresar a uno de los sitios exclusivos para adultos. El ruido les ofrecía un poco de privacidad para poder hablar abiertamente sin que nadie los molestase 

Alguien extendió el brazo hacia una cajetilla de cigallos en medio de la mesa. Los tres miraron al intruso. Recorrieron con la vista un par de botas altas color blanco, una minifalta a la mitad de los muslos, la piel perlada, una gabardina blanca, una pequeña blusa que cubría el pecho dejando al recubierto el abdomen, los cabellos azules atinando casi al blanco enmarcaban armoniosamente el rostro de la mujer que no dejaba de lado una sonrisa seductora. Con suma gracia saco uno cigarrillo.

—Disculpen chicos, ¿Alguien tiene fuego? —Era de aquella exclusividad que tenía esta clase de espacios, además de la sencilidad que podría tener algunos programas para Uno de ellos saco un pequeño encendedor y prendió el cigarrillo. La joven calo un poco antes de expulsar el humo, un par de caladas más y solo quedo la colilla. La joven agradeció el favor y se retiro para continuar bailando. La música continuo en todo, algunas parejas seguían disfrutando el ritmo de la música, otras se retiraron, pero aquel trio de hombres no podían dejar de ver aquella mujer que les pidió  llevaba un rato bailando.

Miraban con sumo interés a una mujer que no perdía el tiempo y dejaba que varias personas recorrieran con su mano su cuerpo. La mascara a mitad del rostro ocultaba su identidad haciendo mucho más interesante el misterio que había despertado en ellos. La música continuo logrando que la joven fuera el centro de atención de varias personas. Bailaba de tal forma que alguien menciono que se movía como la mujer de aquella vieja película adulta animada.

—Ahora vuelvo—dijo finalmente uno de ellos. 

No podía más, se levando del asiento y fue a la pista de baila. Toma a la joven, reclamándola y obligando la a bailar con él. Ya sea por la emoción del momento, comenzó a pegando su cuerpo, podía sentir cada centímetro de piel, el calor en las manos. Era como si estuvieron haciendo el amor en medio de la pista. 

—¿Te gusta verdad?—su voz delataba la juventud de su edad. Aquello no debería ser diferente, siempre uno que otro adolescente lograba colarse a estos club exclusivos para adultos en vrains. sin embargo la chica al frente de ellos mostraba seguridad en sus ademanes y palabras. Todo las manos del hombre guiando por cada rincón del cuerpo, desde las piernas, los pechos hasta debajo de la falda.  

Las venas abiertas de la redDonde viven las historias. Descúbrelo ahora