El cuervo y el petirrojo

1.Houston, ¡tenemos una estrella!

Todo era muy tranquilo ese día, todo parecía apuntar a que sería otro aburrido Martes en Steel City.
El sol brillaba agradablemente y podías escuchar a algunas aves cantar mientras alzaban el vuelo. Todo apuntaba a que sería un día perfecto, sólo que no sería así...

Nadie contaba con una tamaraniana, adolescente y enojada.

La calma de pronto fue interrumpida por estridentes sonidos de impacto, provenía de la torre de los titanes. Todos pensaban que quizás se trataba del Doctor Luz, que venía por alguna revancha o quizás la Colmena, pero no... Era incluso peor que esos dos juntos.
Cuando Starfire lanzó sus rayos esmeralda contra Raven, ésta salió volando, sin embargo logró pasar a través de las paredes quedando fuera de la torre.

¿Qué estaba sucediendo? ¿Acaso la joven tamaraniana estaba bajo alguna clase de hechizo o encanto? Se preguntaba la joven bruja por segundos, no tuvo mucho tiempo para pensar, pues el taque de su amiga fue muy rápido y sorpresivo.

Atónita por el ataque de su amiga, le dijo gritando:

— ¿¡Qué es lo que te ocurre, Star!?

Esa chica no lucía para nada como la chica dulce y amable que había conocido, ahora sólo veía a una bestia furiosa. La tamaraniana la miraba con ojos verdes de rabia, mientras respiraba cómo un Toro furioso, algo en ella definitivamente no andaba bien.

— ¿Que no te das cuenta?, te quiero destrozar ¡así como tú destrozaste mi corazón por robarte al hombre que amaba! —Cada palabra brotaba de su boca cómo un escupitajo de ácido, haciéndole notar a su amiga de cabellos lavanda la furia en cada una de las palabras, ella definitivamente recibió el mensaje, con la misma cara desencajada por la incertidumbre de la actitud por parte de la pelirroja hacía ella.

Los ojos de Starfire volvieron a arder cuál ahoguera cuando ésta comenzó a lanzarle esferas de energía a Raven, así como rayos de sus ojos. Ella sin querer lastimar a su amiga solamente se protegía con escudos que creaba constantemente.
La joven bruja se encontraba aún más que perdida, no lograba comprender las palabras de su amiga por más que le daba vueltas en su cabeza.

Lo que ambas jóvenes ignoraban fue que cuando Raven atravesó las paredes había provocado que comenzaran a sonar las alarmas de seguridad de la torre, gracias a los sensores de energía, lo que provocó que los tres titanes restantes salieran de su habitación, corriendo hacia la sala principal más rápido quizás incluso que el mismísimo Flash. Cuando Cyborg atravesó el cuarto de Raven vió que ésta no estaba, entonces comenzó a pensar lo peor, sin embargo optó por no decir palabra alguna; cuando llegaron a la sala el pensamiento de Cyborg fue confirmado: Starfire y Raven estaban en un combate.

Las caras de los tres chicos se desfiguraron en muecas de horror y confusión, haciéndose las mismas preguntas que su amiga gótica se hacía. El joven maravilla no se quedó quieto mucho tiempo, necesitaba hacer algo.

Robin intento llamar la atención de Starfire, ya que era solamente ella quien estaba atacando. Pero todo lo que hacia el chico maravilla era en vano, la pelirroja solamente tenía en mente deshacerse de la chica gótica, el petirrojo podía verlo en los ojos encendidos de Starfire.

Cyborg, al ver que Star no le prestaba atención, decidió lanzarle un rayo cerca de ella para así poder llamar su atención, éste lo logró pero cuando Star vio la acción de su amigo metálico solamente miro a sus tres amigos parados en frente del agujero de la pared que ella misma había hecho, entonces los miró encendiendo aún más sus ojos.

— ¡No se metan en nuestros asuntos!—Bociferó y les lanzó un rayo en dirección a ellos. Cuando Raven vió la acción de su amiga salió volando lo más rápido que pudo frente a sus amigos para así poder crear un escudo, pero desgraciadamente el rayo fue muy rápido, provocando que el escudo de Raven no fuera lo suficiente fuerte para protegerse y la empujó hasta dirección de sus amigos. Cayó unos metros lejos de éstos.