Capitulo I

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Como todo terminó


Una mujer morena de cabellos oscuros y ojos color chocolate, iba vestida de camarera como infiltrada en un famoso y fino restaurante en la gran New York

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Una mujer morena de cabellos oscuros y ojos color chocolate, iba vestida de camarera como infiltrada en un famoso y fino restaurante en la gran New York. Obao, un restaurante vietnamita.

— Veo al sujeto. —informó por su comunicador al verlo llegar.

— Copiado. —respondió un hambre— Sigue con lo tuyo. Actúa normal.

La mujer siguió sirviendo a los demás comensales del lugar. Caminaba alrededor de las mesas y, al mismo tiempo, lo vigilaba.

— ¿Quien es la rubia? —oyó a su compañero preguntar— No era parte del plan.

Una mujer rubia, de no más de veinte años, se acercó al hombre.

— Tengo algo que decirte —se sentó frente a él.

— ¿Qué sucede, Serena?

— Es difícil de decir. Yo... —suspiró— ...estoy embarazada. —soltó de golpe.

La mujer vio que había varios chicos de la misma edad mirando en dirección a la mesa del mafioso y la rubia.

— Se que esto es difícil, Robert, —tomó su mano— pero estoy diciendo la verdad.

— Lo sé, Serena, y te apoyaré en todo lo que necesites. Por nuestro hijo.

Los chicos se levantaron de donde estaban y se acercaron a la mesa.

— Devuélvenos nuestro dinero. —exigió un chico chico de traje— Eso es lo único que harás.

— Hora de entrar. —avisó la mujer— FBI, manos arriba.

Dejó la bandeja y empezó a correr al hombre que se había parado y empujado a los jóvenes. Se subió a una silla y corrió por las mesas para después atraparlo.

— Doni Maronni, quedas arrestado por cuatro robos a mano armada, tráfico de mujeres y venta de sustancias ilegales. —esposó sus manos y lo levantó— Llévenselo señores.

Unos agentes se acercaron a ella y agarraron al hombre. La mujer se giró hacia los jóvenes que estaba ahí.

— ¿Quienes son? —interrogó la morena.

— Ese hombre salía conmigo y nos engañó a todos para robarnos dinero. —habló la rubia.

— ¿Lo del embarazo era cierto? —cuestionó a la rubia.

— No, —negó con la cabeza— solo quería hacer que viniera para exigirle lo que nos robo.

— Bien. Un equipo encontró un depósito a su nombre y varias cuentas. —extendió su celular— Anoten cuanto les robo y se les será devuelto.

DETECTIVE MORNINGSTAR | Jake PeraltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora