Capitulo II

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El grafitero


Ya había pasado el fin de semana y ahora era lunes por la mañana

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Ya había pasado el fin de semana y ahora era lunes por la mañana.

Cuando suena su alarma, Robin se despierta y empieza hacer su rutina matutina. Va al baño, se cambia por un body el cual es abierto a los costados en la parte de su estómago, un pantalón negro, unas botas rojas hasta la rodillas de tacón alto y su chaqueta de cuero rojo. Se dirige hacia la cocina y comienza hacer su desayuno. Una vez que termina terminada y está todo limpio, sale del edifico directo al recinto.


[ . . . ]



En el recinto nueve-nueve todos se encontraban haciendo lo suyo.

Un castaño entró al lugar y se dirigió a su amigo para hablar, sin que el capitán se diera cuenta. De pronto las puertas del elevador se abren y se deja ver a una morena de cabellos azabache y ojos chocolates. La cual fue la vista de todos en el lugar.

Una mujer vestida de traje se acercó a paso apresurado a la mujer.

— No puedo creerlo. —eso llamó la atención de todos en el lugar— Eres Robin Morningstar también conocida en la policía como la Mujer Maravilla. —extendió su mano— Soy la detective Amy Santiago. Una gran admiradora de su trabajo.

— Gracias. Veo que mi nombre lo sabes. Estoy buscando a el Capitán Holt. —un hombre bajo se acercó.

— Hola, soy el detective Charles Boyle, un placer conocerla señorita Morningstar.

Un hombre y una mujer se acercaron.

— Un placer detective, y, por favor, llámenme Robin. 

— Rosa Díaz. —la saludó con un movimiento de cabeza— Me gusta tu chaqueta. —esta imitó su gesto.

— Me gusta la tuya. —Rosa sonrió por lo dicho.

— Jake Peralta. Un placer conocerla.

— Igual detective. —contestó con una sonrisa.

— ¡Ahi esta! —exclamó un hombre moreno saliendo de una oficin — Usted debe ser Robin Morningstar. —extendió su mano y esta aceptó— Un placer, soy el capitán Raymond Holt.

— Un placer señor.

El capitán dio una mirada a todo el recinto y se fijó en el castaño que había corrido hasta su escritorio. Se acercó a Jake.

— Llega tres minutos tarde, Peralta.

— No es culpa mía. Tuve un problema de tuberías. Eso me recuerda que necesitaré un nuevo teléfono del departamento. —sonrió— Vamos Capitan. ¿Llego unos minutos tarde y me llama la atención delante de todo el mundo y de la nueva detective?

DETECTIVE MORNINGSTAR | Jake PeraltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora