DOS AÑOS DESPUÉS Y MÁS COSAS

LA LISTA DE LA COMPRA

Estos días he estado muy nerviosa, las conversaciones con Flavio me han traído un montón de recuerdos, luego esta el lanzamiento del nuevo disco, las entrevistas ...etc.

Esta noche las chicas me van a sacar de casa , ellas saben que no estoy demasiado bien y han organizado noche de chicas, nos vamos a darlo todo a una conocida discoteca de Barcelona.

La noche comienza bien , pero termino bebiéndome hasta el agua de los floreros y hablando más de la cuenta, les cuento a las chicas lo que ha pasado estos días con Flavio, les lloro y poco mas me acuerdo de esa noche , solo se que me despierto al día siguiente en la cama de Nia. No me acuerdo cómo llegue allí ni qué paso a partir de cierto momento de la noche.

Me levanto, me ducho, me visto con ropa de Nia y cojo mi teléfono, tengo llamadas perdidas de Gonzalo pero lo que más me llama la atención es que también tengo varias perdidas de Flavio. Me pregunto qué habrá pasado porque aunque hemos vuelto a hablar me extraña mucho esas llamadas perdidas y justo de anoche.

Nia se despierta y empieza a contarme todo lo de ayer, entre risas me cuenta que estuve bailando encima de una tarima, contándole a todo el que me quería escuchar que Flavio me había dejado y que ahora quería que fuese a una boda para presentarme a su nueva novia. Nuestras risas se acaban en el mismo momento que me llama mi manager y me cuenta que anoche fui tt en twitter gracias a un vídeo que me habían grabado en la discoteca en ese estado.

Ahora entiendo todo, las llamadas de Gonzalo, de Flavio, madre mía , me quiero morir. Me quiero esconder debajo de una cama y no volver a salir. ¿ Qué hago ahora?. En unos minutos tengo llamadas de casi todos los medios pidiéndome unas declaraciones sobre el vídeo. Aunque parecía que la gente se había olvidado de nuestra relación había bastado un vídeo en el que hablaba de Flavio para despertar a todas las bestias otra vez.

Llamo a Gonzalo, le explico que anoche estaba muy borracha, que no sabía lo que decía , el esta muy enfadado incluso me suelta el trillado "los borrachos y los niños siempre dicen la verdad" le digo que en un rato estaré en casa, que ya hablaremos y me dice que el no va a ser la vergüenza de España, que ya había sido el "otro" mas veces que lo sentía mucho pero que se iba, que estaba en casa preparando las maletas .

Yo entro en shock, realmente no se que hacer ni como solucionarlo. Mi manager me ha dicho que no de declaraciones y que no hable con nadie , que intente encerrarme algunos días para ver si esta tormenta pasa rápido sin dar ninguna declaración y que ni se me ocurra pasarme por las redes pero eso ahora mismo me importa poco, teniendo en cuenta que parece que he perdido a mi novio y que media España me ha visto lloriqueando por mi ex, que por cierto no se que estará pensando de mí y me muero de vergüenza solo de pensarlo.

Vuelvo a casa, efectivamente Gonzalo no esta, se ha llevado su ropa aunque la mayoría de sus cosas siguen por aquí. Intento llamarle para hablar con el pero no me coje el teléfono. Llamo a mi familia pienso que estarán preocupados e intento tranquilizarles diciéndoles que estoy bien, que sólo había sido una mala noche.

Intento dormir pero me despierta el teléfono, por inercia lo cojo pensando que es Gonzalo y de repente escucho la voz de Flavio:

- Sólo te llamaba para saber cómo estabas , estaba preocupado de verte en el estado que te vi en el vídeo

Yo le agradezco la llamada, le digo lo mismo, que fue una mala noche, que ya estoy mejor pero el insiste, me pide perdón por si el hecho de haber hablado estos días me haya supuesto encontrarme mal y me dice que me tiene para lo que lo necesite. La verdad es que parece cambiado, parece maduro y sobre todo parece que el si lo tiene superado y que me tiene mucho cariño como amiga. Me dice que si necesito hablar con alguien que no dude en llamarlo y que en dos días estará en España que si había cambiado de opinión le encantaría verme y darme un abrazo de buenos amigos.

La verdad es que como siempre hablar con Flavio me tranquiliza, eso no ha cambiado, sigue siendo la calma, aunque ya no sea mi calma.