Cada Color Al Cielo

Capítulo 8

Carlota entró a la habitación de Macarena llevándose una gran sorpresa:

C: no le pedí señor Lizardi que no viniera más a esta casa -con mal genio-

Eugenio la miraba analizandola como siempre, él quería descubrir que era lo que esa mujer ocultaba. No sé inmutó ante el tono que uso Carlota al hablarle. Tampoco se puso de pie ni mucho menos soltó las manos de Macarena.

M: Carlota te pido que respetes a Eugenio, él es mi amigo y puede venir a esta casa cuántas veces quiera porque también es mia
C: -parecia que hechaba fuego por los ojos-
E: No te alteres Macarena -se puso de pie- Carlota yo la respeto mucho y se perfectamente que mi presencia le molesta, pero me enteré que Macarena se sentía mal y quise saber de ella, como lo dijo somos amigos y me preocupo por ella
C: usted lo único que quiere es burlarse de mi hermana, aprovechándose de esto -señalando a Macarena en la cama- de su enfermedad
E: -él negaba con la cabeza- se equivoca, mi cariño por macarena es sincero, y si ella quiere voy a llevarla al médico ahora mismo - enfrentándola como nadie lo había hecho-
C: -lo miraba con rabia, por el hecho de querer proteger a Macarena- macarena tiene a su medico, lo llamaré para que venga a verla
M: preferiria ir al hospital y me hacerme otros estudios Carlota
C: que? -un poco nerviosa, sabia que Macarena nunca hubiera decidido eso, y seguramente eugenio tenía que ver con esa decisión-
M: si, siempre es bueno tener la opinión de otro medico -tomando en cuenta lo que Eugenio le decia-
C: -se puso un poco nerviosa y Eugenio lo noto de inmediato- no es necesario que vayas a otro medico, tienes a tu medico, lo llamaré para que venga ahora mismo. No irás a ningún hospital -y salió de la habitación-

E: -la actitud de Carlota lo intrigo mucho- si tú quieres yo puedo llevarte a otro hospital Macarena
M: Eugenio no quiero causarte molestias y más groserías de mi hermana, ya escuchaste el médico vendrá
E: está bien, pero prométeme que cuando te sientas mejor, me dejaras llevarte a un hospital para que te haga los estudios nuevamente -se sentó nuevamente y la tomo de las manos-
M: -ella sonrió- te lo prometo
E: eres tan bella
M: -ella se sonrojó y eso a él le encanto-

Sin más que decir, la besó tomando posando sus manos en los costados de la cabeza de Macarena, un beso un poco más subido de tono de los anteriores, un beso muy apasionado, en el que ambos pero en especial Eugenio dejaban su alma en ese acto, macarena se sentía en la nubes, él era un excelente besador y se estaba acostumbrando a los besos de ese hombre. Eugenio disfrutaba de los suaves labios de ella y parecía querer devorarlos:

E: me encantas macarena -despues de dejar de besarse-
M: Eugenio...
E: si?
M: ayer no te lo dije
E: que cosa? -feliz porque macarena respondía a sus besos sin pedirle disculpas al terminar-
M: -respiro profundo y lo dijo así sin pensarlo sin temor alguno- tu también... Me gustas mucho
E: -el corazón de Eugenio parecia salirse de su pecho, y sus ojos verdes brillaron como nunca los había visto brillar macarena- de... De verdad?
M: si, mucho... No tuve el valor para decírtelo ayer, pero es verdad me gustas -eugenio la miraba con adoración- si y no me mires así
E: y tú a mí me encantas -acariciaba la mejilla femenina- eres hermosa, me encantan tus ojos, tu piel -trazando delicadas caricias por la mejilla y barbilla de ella-
M: -ella cerro los ojos y se estremeció ante el contacto de Eugenio-
E: hablaremos de esto después

Eugenio se detuvo y se puso de pie en cuanto escucho a Carlota hablar por teléfono y acercase a la habitación:

E: -le giño el ojo a Macarena-
M: -ella sonrió-

C: -entro a la habitación- el doctor no se encuentra en su consultorio, así que llame a Bermúdez, llega en quince minutos
M: gracias Carlota
C: lo ve señor Lizardi, no es necesario llevar a mi hermana a un hospital
E: -decidio no insistir en ese tema frente a carlota- esta bien