Capítulo 28

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La luz y energía que ese joven irradiaban acababan de ser apagados por Carlota al dispararle directo al corazón.

Un corazón que debió haber muerto hacía mucho tiempo, pero se aferró a la vida.

En cuanto la bala atravesó ese noble corazón, su cuerpo dejo de sentir dolor y su cabeza pegó en el piso.

Carlota con sangre fría sonrió, tomo un celular e hizo una llamada:

C: ya pueden entrar

Dos hombre entraron a la casa

X: qué hacemos señorita?
C: quiero que paresca que esto fue un robó, llevense cosas valiosas y hagan un desorden, tiene diez minutos no más
Xx: son suficientes

Carlota tomo el sobre donde estaba la información y miro el cuerpo de Gabriel sin vida

C: me agradabas, no pensaba matarte pero... no tenía opción -sonrio y salió de la casa-

Los hombres de Carlota hicieron su trabajo y salieron de la casa.

Minutos Después

Eugenio llegaba a su casa miro la puerta abierta y se alarmó, entró corriendo y vio un desorden.

E: Gabriel! -lo llamo-

Cuando Eugenio se acercó a la sala vio un charco de sangre, y sintió un frío recorrer todo su cuerpo, dió uno cuantos pasos más y lo que sintió fue inexplicable.

E: -sus ojos se llenaron de lágrimas y parecía haber quedado inmóvil- Noo!

El cuerpo de Gabriel rodeado de sangre, eugenio camino hasta él y cayó de rodillas a su lado.

E: ga...briel -sus lágrimas recorrían sus mejillas- Nooo! No! Nooo! hijo -buscaba que su hijo tuviera pulso, lo cual ya no eres posible- Gabriel Noo!

Tomo el cuerpo de su hijo y lo abrazó, aún de rodillas dejando escapar un sin número de lagrimas.

E: -sentia que la vida dejo de tener sentido- porque? Gabriel -besando la frente de su hijo-

X: Eugenio -dijo casi en un susurro cuando miro aquella escena-

E: -miro hacia ella llorando- mi hijo Macarena

M: -las lágrimas recorrían sus mejillas- llamaré a una ambulancia
E: -negaba con la cabeza- no, está... Muerto -decia entre su llanto-
M: No puede ser -se llevo las manos a la boca y lloraba-
E: -eugenio dejo nuevamente el cuerpo de Gabriel, se puso de pie- mataron a mi hijo Macarena

Macarena se acercó hasta él y lo abrazo, eugenio se soltó en llanto

E: Nooo! Porqueeee?

Eugenio sabía que el momento de perder a su hijo llegaria, pero nunca pensó de esa manera, él no merecía esa muerte.

Varios Minutos Después

La policía llego al igual que la ambulancia. La policía se estaba encargando de recabar indicios del asesinato. Eugenio estaba recargado en el comer de su casa con la ropa manchada de sangre, con lágrimas saliendo de sus ojos y la mirada puesta en el cuerpo de su hijo.

Co: señor Lizardi? -llegando a él-
E: si soy yo -limpiando sus lágrimas-
Co: me presento soy el comandante Suárez -extendiendole la mano- siento mucho lo de su hijo
E: -respondio al saludo- gracias comandante
Co: necesito que responda algunas preguntas
E: las que sean necesarias -cruzando sus brazos-
Co: en donde estaba antes de llegar a su casa?
M: estaba en mi casa -llegando-
Co: Macarena?
M: Cómo está comandante?
Co: encantado de saludarte -saludandola con beso en la mejilla-
M: igualmente
Co: entonces estaba en casa de las Espinoza de los Monteros
E: así es, cuando llegue la puerta estaba abierta y estaba así todo desordenado, después camine hacia la sala y mire... A mi hijo -decia con la mirada perdida-
Co: y tu venías con él Macarena?
M: no, llegué minutos después
Co: conoce a alguien que pudiera hacerle esto a su hijo?
E: no
Co: su hijo había tenido problemas, discusiones con alguien?
E: no comandante
Co: ya reviso la casa? Le falta algo?
E: supongo que se llevaron cosas de valor, no he tenido cabeza para revisar la casa comandante
Co: lo entiendo, en cuanto terminen de recabar evidencias, se podrán llevar el cuerpo de su hijo
E: -él solo asistió-
Co: estaré en contacto con usted, con permiso

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