Código de amistad

Capitulo 3

"Te quiero para volvernos locos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa por las calles, eso si, tomados de la mano, mejor dicho.... del corazón."

Mario Benedetti

El día de la mudanza fue un momento duro para Kit.

Tener que despedirse nuevamente de todo lo que conocía era algo difícil, no importaba cuantas veces pasara, nunca terminaba de acostumbrarse

Visualizo la vista desde la ventana del automóvil y contemplo como partían nuevamente a otro lugar desconocido, y por un momento se pregunto en su cabeza ¿era eso lo que quería?

Y por un momento -no supo que responderse-

Paso la mayor parte del viaje recostado en la ventana hasta abordar el avión, pensando en como debería empezar a ser amigos, nunca se había caracterizado por ser una persona a la que le agradara demasiado tener un grupo social amplio

El era mas bien de.... no encariñarse

.......

- y que te parece Los Ángeles- le pregunto su padre cuando todos bajaron del auto a contemplar la nueva casa

-Es.... ¿innovador?- la verdad era que no sabia muy bien como definir ese nueve aire veranero y ese olor a agua salada que se sentía por cada rincón del lugar, definitivamente acostumbrase a ese nuevo cambio de clima seria un reto

El no hubiera cambiado ni en sus mas locos sueños el frió clima de Londres por aquel asfixiante calor que parecía reinar en aquel lugar

-Tengo un buen presentimiento con esta ciudad, algo me dice que nos llevaremos buenos recuerdos de este lugar- le dijo su madre con una sonrisa cuando noto su mirada de desagrado

El no estaba tan seguro de eso -no había encontrado absolutamente nada que le gustara del lugar y mucho menos le llamara la atención- o tal vez muy en el fondo de su corazón quería encontrar excusas para regresar a Inglaterra

Ese lugar no era para el -tenia el presentimiento que no encajaría entre esas personas-

pero omitiendo el hecho de que no le agradara el lugar ni el clima, tenia que admitir que la nueva casa era hermosa y por primera vez en mucho tiempo quiso ser positivo, después de todo se irían tarde o temprano de ese lugar... siempre lo hacían.

El camión de mudanza llegaría pronto y sus padres pensaron que era buena idea pasar a saludar a los nuevos vecinos en el poco tiempo libre que tenían para intentar formar una relación "'amistosa'"

pero eso no fue necesario, ellos se presentaron en su nuevo hogar justo cuando el camión de mudanza había estacionado

Decir que no se sorprendió cuando los vio por primera vez seria mentira, estaba asombrado de el gran numero de hermanos que conformaba esa familia y tal vez un poco de que todos tuvieran la característica genética de compartir esa extraña combinación de ojos

analizo a cada una de las personas que se presentaron en su casa y no tuvo necesidad de pensar mucho para darse cuenta que eso era probablemente lo único que compartían

El mayor Mark parecía ser el alma de la fiesta, bromista, alegre y un poco fastidioso cuando se lo proponía, Julian por otro lado parecía ser el mas reservado de sus hermanos y tan bien el espeluznamiento maduro de su circulo familiar, la chica Livia era la segunda persona mas rara que había conocido después de Mark, no había dejado de mirarlo desde que lo vio pasando y eso empezaba a incomodarle

Los mas pequeños por otra parte habían sido los que mas le habían agradado, la manera en la que la pequeña Dru le contaba emocionada sus travesuras y las novelas de terror que ella consideraba las mejores le producía un aire de ternura, confirmandolo cuando el mas pequeño de esa peculiar familia le empezó a relatar de una manera algo confusa como sus hermanos se las arreglaban siempre para hacer enfadar a Julian

Y era así como se entero que los Blackthorn tenían otro hermano, el cual no se había presentado por que tenia clases en un curso de literatura. Decir que se sintió un poco aliviado no seria del todo mentira, después de todo era la primera vez que conocía a tantas nuevas personas de golpe y se sentía un poco asfixiado

Ellos se marcharon después de un agradable momento y de que Tavvy junto con Dru prometieron volver para seguir contándole anécdotas divertidas, sus padres y hermana parecieron encantados por la presencia de los nuevos vecinos -pero el por su parte prefería tomar un poco de aire para relajarse-

Así que decidido salir un momento para conocer mejor la ciudad, visito la playa, los centro comerciales y por curiosidad la biblioteca -seguro su mama estaría fascinada de ver aquel lugar- era amplio y la brisa que entraba por las ventanas era refrescante, definitivamente le diría a su familia de aquel lugar

tomo un libro de la estantería dispuesto a llevárselo para leerlo, pero otra persona lo tomo antes. se giro dispuesto a exigirle que lo había visto primero -pero se detuvo abruptamente al verlo-

sintió que el aire se desvanecía de sus pulmones, que las manos le temblaban en un movimiento frenético y que en cualquier momento el corazón se le saldría de los pulmones

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Tal vez.... si encontró algo que le gustara de aquella ciudad