Capítulo 5

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                                                                                    "Nada de Nada"


- Su linaje es muy, muy largo. Viene desde mi bisabuela, ella tenía aquella perra callejera, la cual tuvo bebés, varios murieron, otros los regalaron pero se quedaron con una - cuenta London recostado en su cama, observando el techo con una tenue sonrisa-. No importaba si la perra volvía a dar perritos, sólo conservaban una, siempre niña para mantener la tradición, hasta Tristeza - se muerde repentinamente el labio-. Ya esta en edad para ella tener sus hijitos pero yo no quiero, todavía la veo como mi cachorrita preciosa.

- Eres demasiado estúpido.

- ¡No lo soy! - lo mira con en ceño fruncido, pero con mucha diversion en la mirada-. Cuando tengas hijos lo entenderás. Aún eres muy joven - se ríe entre dientes.

- No tienes nada de gracia hombre ¿Quién te dijo que eres comediante? - se ríe sin gracia.

- ¡Yo mismo! Con internet todo se puede, conseguí un certificado de comediante, uno de payaso y otro de Papa. Con eso me armo para montar un gran show - dice sonriendo son todos los dientes, incorporándose un poco.

- ¿Por qué el Papa califica como comediante?

- Por ninguna razón en especifico - sonríe ladeado-. Sólo quería hacer un chiste, pero ya perdió la gracia.

- No tuvo gracia.

- Para mi si.

- Para mi no.

- Eso es de esperarse -sonrie arrogante-. E igual pude haber dicho el chiste solo para yo reírme.

- Eso es patético Louis.

- ¿Lo es?

- Si.

- Bueno, más patético no apreciar el ingenio de un mal chiste.

- Tu eres un mal chiste - dice cortante, con un tono cruel, pero London se río fuerte.

- Lo sé, por eso me río yo solo, estoy acostumbrado a reírme de mi mismo - dice con orgullo, inflándose el pecho, con una mirada de superioridad.

- Eres tan raro hombre.

- Y tu muy soso, me das pena incluso.

- Yo estoy bien como soy, gracias - hace una mueca mirando a Gordón echado junto a su pierna, ronroneando en sueños. Había perdido la cuenta del tiempo que llevaban con aquella conversación. Habían dicho mucho y a la vez nada, solo llenaban el aire con palabras sueltas e improvisadas, la definición de esa conversación, muy suelta y echa sobre la marcha. Entonces con este cosquilleo tan activo en su lengua de palabras que salen con mucha velocidad sin darse tiempo a pensar, pregunto: ¿Desde cuando lo tienen? 

- ¿Quién? ¿Gordón? - Hoult asiente sin mirarlo-. Oh, él entro un día por la ventana y luego no se quiso ir.

Hoult con eso lo mira directamente a los ojos y en ellos no hay ningún atisbo de burla.

- ¿En serio? - pregunta extrañado.

- Si, por la ventana de la cocina de hecho, yo estaba con mamá cocinando, fue hace dos años creo, él salto, entró, nos miro, maullo dos veces y siguió - se ríe un poco-. Recuerdo que mamá dijo algo así como "Pero mira que gato tan sinvergüenza", yo le dije algo así como que "Seguro Tristeza lo echa" pero la muy mojigata se pudo a lamerle el rostro - se ríe más-. Mamá con eso dijo y que "Puta, perra tenías que ser" - soltó una carcajada. Hoult por su parte no le parecía tan divertido, pero si se permitió sonreír, la carcajada de London era algo tolerable de escuchar, muy armónica y real. Resultaba más plácido que escucharlo hablar-. Perdón, perdón - se limpia una lagrima -. Fue muy divertido eso.

Sólo un poco Idiotizado///Chicos Heterosexuales 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora