capítulo 4 •Recuerdos•

13 4 0
                                    

-Levantate dormilona

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Levantate dormilona.

Decía Rosie mientras corría las cortinas para que la luz entrara a la habitación, yo apenas podía abrir mis ojos, tenía mucho sueño, no había dormido absolutamente nada y no se si tendría energías para llevar a cabo todas las clases.

-Dios Rosie no te comportes como nuestra madre.

Se quejó Lenna y al escuchar eso un recuerdo llegó a mí mente como una salpicadura de agua fría.

"-¡Anna! ¿Dónde estás?

Preguntaba mí madre mientras me buscaba, lo que no sabía era que yo estaba en el cobertizo buscando veneno para ratas, ese mismo día había sorprendido a mí padre teniendo sexo en el auto con una zorra que nadie conocía y la ira fué más fuerte que yo, tenía que hacer algo, no podía quedarme de brazos cruzados, así que me dispuse a matarlo, si no podía estar con mí madre tampoco estaría con nadie más.

-Por dios Anna, te estuve buscando por todas partes.

Decía mí madre con tono de alivio mientras se adentraba al cobertizo y yo me escondí rápidamente el veneno entre mí ropa.

-Tengo que estudiar mamá, permiso.

Y fuí hacia mí habitación pero claramente no estudiaría, estuve horas planeando un plan para matar a mí padre, era muy difícil ya que la sirvienta estaba todo el tiempo merodeando por la casa, buscando algo para poder limpiar y no podía verme, arruinaría mí objetivo, tenía que distraerla.

-¡Mónica! Acaban de atropellar a un perro en la calle.

Grité para que la sirvienta fuera de inmediato a revisar que estaba pasando, lo cual me daría unos segundos para preparar un café y ponerle suficiente veneno como para matar un caballo.

-¡Papi! Te preparé un rico café.

Dije mientras depositaba la tasa de café sobre el escritorio, el estaba haciendo cosas de trabajo así que no se negaría a una bebida que lo hiciera despertarse.

-No había ningún perro linda.

Decía la sirvienta mientras le daba un sorbo al malicioso café que había preparado, la maldita zorra se estaba bebiendo el veneno, quizás merecía la muerte por bastarda bebedora de cafés ajenos.
Y como era de esperarse la sirvienta cayó desplomada en el suelo y comenzó a salir espuma blanca de su boca, su cuerpo convulsionaba y mí padre trataba de llamar una ambulancia mientras que mí madre aparecía corriendo para darle primeros auxilios pero fue inútil, la sirvienta quedó tiesa en el suelo.
Luego de tal situación mis padres se quedaron observándome y era obvio lo que había pasado, ellos estaban estupefactos, no sabían cómo reaccionar frente a lo que había echo así que me fuí a mí habitación antes de que dijeran algo.
Desde dentro podía escuchar a mis padres discutiendo.

¿Qué le pasó a Selena? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora