BKDK Middle School

Inevitable

Realmente, ahora que está aquí y lo piensa mejor, no existía otro final que no fuera este para su vida. Era tan obvio que daba risa, tan obvio que se sentía furioso por haber sufrido tanto tiempo para nada.

Para absolutamente nada.

Aunque, era imposible no querer encontrar algo, cualquier cosa, que le haga sentir que valía la pena, y que ese algo le grite "¡Para, sí existo! ¡Puedes seguir luchando!".

Sin embargo... No, nada.

Midoriya Izuku estaba apunto de suicidarse. Y nada logrará impedirlo.

¿Por qué?

Oh, vamos. Incluso con dos dedos de frente podrías saber el por qué.

No pueden culparlo. Siempre lo estuvo soportando, intentaba manterse fuerte aunque ni de la cama podía levantarse. Siempre daba todo de sí mismo para sobrellevar cada día.

Y se sentía tan patético... Si es que su muerte fuera una noticia, era probable que más de uno pensaría: "Oh vaya, si era tan solo un crío, tenía toda una vida por delante. Sufría por nada". Y tal vez tengan razón, tal vez sus motivos no eran la gran cosa y simplemente estaba siendo dramático.

Pero bueno, que no estoy respondiendo la pregunta...

Habían varias cosas.

Dolia pensarlo, pero...
Ah, claro que ama a su madre. La ama con todo su corazón. Pero es gracias a ella es que él terminó así. Por querer mantenerlo en una burbuja, supuestamente a salvo de aquella vida de quirks y héroes, le negó la posibilidad de intentar hacer un cambio. Le negó conocerse a sí mismo, superar sus límites. Y le fue extremadamente doloroso percatarse de esto, que su madre no lo dejó crecer.

Izuku sí intentó entrenar y fortalecerse para lograr su sueño de ser un héroe. Pero Inko, asustada de que le ocurriese algo, le negó absolutamente todo. Pero él entiende que lo protegía.

Por consecuente a ello, sentía que su vida ya no tenía arreglo. Ya no tenía tiempo de meterse a algún gimnasio y hacer alguna dieta para hacerse fuerte. Ya no tenía tiempo para hacer vida social y tener amistades que lo apoyasen en todo. Ya no tenía tiempo para nada, pues desperdició toda esa pre-pubertad en nada.

Era un otaku introvertido y asocial sin fuerza alguna, con un sueño que le quedaba demasiado grande. Y él sabe que también fue su culpa, ¿qué esperaba que ocurriese? ¿Que llegase alguien y arreglase todo en su vida, dándole un quirk convirtiéndose en el nuevo símbolo de la paz y todos contentos?

Ojalá hubiera sido así.

Pero, aquella vez... Aunque él era un quirkless, aún así se enfrentó al villano de lodo. Luchó con todo lo que tenía para salvarlo aún sabiendo que no tendría oportunidad. Y aunque su valentía haya sido digna de un verdadero héroe, All Might no logró verlo. All Might no logró ver que lo único que pensó en esos momentos, era salvar a Kacchan.

Kacchan...

Ya llegamos a la parte que a todos nos gusta, ¿verdad?

Sabrá que muchos querrán culparlo a él por su decisión. Y claro, cómo no, si desde que tiene memoria Bakugou ha sido su bully. Pero, si es sincero con sigo... No lo culpa de absolutamente nada. Él era el acosador, el que no entendía a la primera y merecía todos los golpes que recibía. No lo puede odiar, por más que lo intente.

Siempre lo admiró; quiso ser como él, ser un rival digno y que lo reconozca, que también lo mirase como él lo hacía. Pero, simplemente y en esta vida, no era algo para él.

Simplemente y esta vida, no era algo para Izuku Midoriya

*
*
*

—Ayer, en la tarde... Midoriya, el de la clase C, se suicidó.

—¿Qué?

—Dicen que... Lo encontraron en su baño, con todo el cuerpo cortado y pastillas... Y que no dejó ninguna carta.

—... Debes estar bromeando –Miró a su compañero, intentando así que dijera la verdad. Sin embargo, nada ocurrió. Bajó la mirada, aturdido. Y se odió por querer llorar, pues él también fue participe del bullying que el peliverde sufría–... Oh, mierda...

Bakugou siempre recuerda esa conversación que escuchó sin querer. Todos los días, a cada momento.

Aquella noticia, en su principio, no le cayó. No reaccionó ni un poco. Por un segundo, creyó que todo era mentira y era algun plan del estúpido de Deku para llamar la atención. Pero, a medida que pasaba el día, el asiento de Deku no estaba siendo ocupado, el director habló ante todos los estudiantes pero no escuchó absolutamente nada, no escuchó ninguna exclamación feliz porque había Katsudon en la cafetería, y al llegar a casa escuchó a su madre hablar con Inko...

Y sí, era verdad. Izuku se había suicidado.

Hasta el día de hoy, años después de ese suceso, sigue sintiendo el mismo escalofrío; la misma confusión, negación, ira, náuseas, estrés, dolor, más ira y negación, mayor confusión, el dolor en sus manos por golpear las paredes y cosas, su cabeza dando vueltas y, finalmente, tristeza...

Ahora, él es finalmente un héroe profesional. Se encuentra en el puesto 2, pues quien es ahora símbolo de la paz era el héroe Lemillion (Era jodidamente fuerte, ningún villano puede contra él ante su superfuerza y penetración).

Durante sus años en Yuei, logró abrir los ojos. No fue hasta finales de segundo año que sus compañeros consiguieron romper esa caparazón. Seguía siendo una mierda de persona, sí, pero logró tener verdaderos amigos y aceptarlos como tal.

Sentía que todo ocurrió como debía. Logró casi todos sus objetivos y estaba jodidamente orgulloso por eso, fue uno de los mejores de la clase, All Might lo reconoció y tal, pero... Era inevitable no pensarlo...

¿Cómo hubiera sido todo, si Deku estuviera aquí?

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El tema inevitable si se refiere a ellos en secundaria. El suicidio de Deku, la verdad, tiene muchísimas formas más de verse, así que no crean que será la última vez que haga algo al respecto jejj.