capitulo 6

12 1 0
                                    

Ha caído la noche, Caín y Yo hemos esperado a Belphegor, el no se presentó por ningún lado.
-¿Segura que no te traicionó?- pregunta Caín.
- Segura, Belphegor prometió llegar y debe de hacerlo por su bienestar- le respondí, en momentos el portal abrió, dejando ver a mi aliado salir con 4 demonios más, los capataces de cada círculo.
- Mi querida Reina Asmodeo, le eh traído a estos aliados, están hartos del gobierno que maneja Lucifer, es un caos ahí abajo en tan solo unos instantes que tú te fuiste, todos hacen lo que quieran, nadie los rige y estos 4 aliados, juraron dar su vida por la tuya y que recuperes tu trono.- me decía Belphegor, mismo que hizo una reverencia frente a mi, acompañado de los otros cuatro.
- Ustedes, serán mis jinetes.. mis aliados, mi familia. Cuando esto acabe, no serán más capataces.. tendrán su propio puesto en mi reino- les contesté mientras que los miraba, casa uno era diferente, sin embargo aún podía recordar su aspecto angelical de hace un año atrás.
- Está vez, no fallaré-  cuando dije esto, Caín me interrumpió.
- Señorita Asmodeo, ¿Puedo hablar contigo?- me jalo del brazo y accedí a antenderlo.
-¿Qué sucede?- pregunte
- Ese Belphegor trama algo, no se si sea solo intuición o este nuevo poder que nace en mi, pero no está siendo honesto contigo. Algo busca y ese algo tiene que ver contigo, por favor, evite confiar en el-.
- Lo tendré en cuenta, a el lo corrieron del infierno por tratar de traicionar a Lucifer, pero esperemos solo haya sido con el y que piense bien que si lo hace, yo seré quien lo mate-
Le decía mientras me dirigía a Belphegor.
- Bien, lo principal aquí es el desmantelar la seguridad de Lucifer-

Les dije mientras los miraba y fue cuando ella levanto la mano.
Una joven que tenía el cabello castaño, Con hermosos ojos carmesí y un apetito boras está.. era Belcebú, a ella nunca la olvidare..

- Yo se dónde está la entrada menos cuidada del castillo de Lucifer, ya que si pasamos por los círculos del infierno, seremos hechos cenizas por los caballeros de Lucifer y Lilith antes de siquiera entrar al 2do círculo de este- me comentó la chica, mientras dibujaba en la tierra el paso de esa salida, algo que nunca recordé yo pues a esa zona nunca me dejó acceder Lucifer

- Bien, pero dónde tomaremos las armas eh?- con un tono serio, hablo Mammon el demonio que más deseaba obtener valor, el siempre robaba cosas brillantes del mundo de los humanos para si mismo..
- Bueno supongo que como tú tienes todo lo brillante que te encuentras, tu eres quien responderá está pregunta-
Replicó aquel demonio que tanto envidiaba la posesiones de Mammon, Leviatán, que apesar de que el podría lograr lo que quisiera por ser más bello que Mammon, siempre se fijaba en lo que le faltaba...

-Dejen de pelear por tonterías banas como lo son las armas, recuerden que nuestra vida pende de un hilo, aún no entiendo cómo accedí a esto-
Añadió a la plática aquella demonio que siempre estaba enojada, cuando era un ángel Amón; hermana del indeseable Mammon. Siempre fue muy alegre y apestaba a amor por dónde pasarás, pero ahora está hermosa dama de mirada verde solo se podía sentir como irradiaba irá por Lucifer.

- bueno soldados solo tenemos que atacar a Lucifer no creo que sea mucho esfuerzo, además esto puede esperar.un poco más, ya es muy noche para siquiera entrar al infierno- después de decir esto, Belphegor lanzo un bostezo algo grande, eso es un perezoso ese Belphegor.

- pensé que los demonios no sufrían ni hambre, ni sueño ni mucho menos que sintieran- nos menciono Caín, quien apenas había llegado a este mundo, ilusionado por lo que le eh comentado anteriormente, así que esté me miró fijamente.

-se supone que tampoco deberíamos sentir amor, pena, lástima o deseo; pero ya no somos ángeles ni somos perfectos si aún lo fuéramos, siempre hemos tenido estás cosas, sin embargo la diferencia entre un humano y nosotros es que podemos reprimir esa necesidad a nuestro antojo sin morir, algo que los humanos no pueden... Pero tú ya no eres humano Caín-
Le mencioné mientras encendía la llama de la fogata que armariamos en este lugar ya que no cabíamos todos en la cabaña de Belphegor.

La leyenda de AsmodeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora